16 septiembre 2006

Crítica de Cine (V): Buenos Días, Noche (2003)


Sobre el límite de las utopías
Siempre ha tenido el cine del ya veterano pero vitalista Marco Bellocchio la virtud de transgredir. No solo la transgresión por bandera sino la reflexión continua de un pensador con un discurso propio y una filmografía coherente. Aunque ya lejos queda su deliciosa "Las manos en los bolsillos" (1965), quizás una de las operas primas más impactantes del cine italiano (y eso es decir mucho). No le va a la saga, ni empaña su trayectoria esta "Buenos Días, Noche" (2003). Basado en la novela "El Prisionero" de Anna Laura Braghetti, y recitando unos versos inicales y tristes de Emily Dickinson, Bellocchio cuenta el secuestro del Presidente de la República italiana Aldo Moro por las Brigadas Rojas en 1978. No es éste un filme testimonial que describa quirurgicamente y con distancia un acontecimiento histórico relevante que además, mantuvo en vilo a toda una nación. No, existe la intención del autor de introducirse de lleno en la atmósfera de aquel momento y en la mente de los protagonistas. Sus dudas y miedos, sus dilemas y agonías, sus ilusiones y sus sueños. El filme sobre todo se centra en el punto de vista de Chiara ( la maravillosa y siempre sencilla Maya Sansa de "La Mejor Juventud" de Marco Tullio Giordana).
A través de las inquietudes de la protagonista y de sus sueños asistimos al desengaño paulatino del hombre y de su utopía. No es posible crear un mundo más justo si para ello hay que sacrificar la vida de otro hombre, y en esto, Bellocchio que a su edad seguramente ya lo ha visto todo, se expresa en un tono amargo, grave. La resaca de la revolución tiene tintes y colores de pesadilla gótica y en blanco y negro.
En conclusión, un filme más que recomendable, de narración tensa y lenta, que intercala documental y ficción, y que rescata, si no con objetividad, si con honestidad, uno de los momentos clave de la reciente historia europea y mundial: la certificación de la muerte de las revoluciones violentas y el límite de las utopías humanas.
FICHA TÉCNICA:
Dirección: Marco Bellocchio.País: Italia.Año: 2003.Duración: 106 min.Género: Drama.Interpretación: Maya Sansa (Chiara), Luigi Lo Cascio (Mariano), Pier Giorgio Bellocchio (Ernesto), Giovanni Calcagno (Primo), Paolo Briguglia (Enzo), Roberto Herlitzka (Aldo Moro)i.Guión: Marco Bellocchio; basado en la novela "Il prigionero" de Anna Laura Braghetti y Paola Tavella.Producción: Marco Bellocchio y Sergio Pelone.Música: Ricardo Giagni.Fotografía: Pasquale Mari.Montaje: Francesca Calvelli.Diseño de producción: Marco Dentici.Vestuario: Sergio Ballo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Voy a estrenar los comentarios de este artículo ya que me considero que estoy en disposición de ello, ya que he visto la película !qué remedio!
Reconozco que tiene sus cosas buenas como esa utopía que tú nombras en el caso de los secuestradores que creen que con el secuestro de Aldo pueden conseguir los cambios que anhelan. Creo que en aquel tiempo (fines de los 70) todavía se podían tener esos sueños de cambiar el mundo pero la realidad actual me hace ver esta película con otros ojos.
Aunque como reflejo de lo que pasó y momento histórico está muy consegudo pero se hace algo lenta y pesada. Lo mejor es la actriz, que la prefiero en "La mejor juventud" a ella y a la película.