25 octubre 2006

Cinema Revival (VII): El hombre del brazo de oro (1955)


ADICCIONES AÑEJAS

Es bien sabido que el cine de Hollywood ha tenido basicamente dos objetivos. El primero ha sido el de entretener por encima de todas las cosas.El segundo, la misión sagrada de transmitir determinados valores considerados en su momento la panacea de la civilización occidental. No había por tanto, una preocupación en aquella grandiosa industria sobre las preocupaciones sociales de aquella "Idílica" sociedad, en la cual, y esto está muy claro, no todo el mundo vivía feliz.
Sin embargo, hay excepciones que confirman la regla, y entre tanta idealización, "Happy End" y "Star System" se podían encontrar joyitas de mayor conciencia. Llamémosles filmes con anhelos más militantes que no se ruborizaban en mostrar las miserias del "American way of life". Así, de repente, se me ocurren dos títulos importantes de esta rara estirpe: "Los mejores años de nuestra vida" (1946) de William Wyler y "La ley del silencio" (1954) de Elia Kazan. Ambas merecen un lugar de honor entre las mejores películas de todos los tiempos.
Otro título que coronaría un tríptico magistral sobre las "otras tragedias americanas" es esta mágnifica "El hombre del brazo de oro"(1955) de Otto Preminger. Basada en la novela de Nelson Algreen, cuenta la vida de un aspirante a músico adicto a las drogas, su esposa paralítica y el amor de su vida. Preminger se atrevió a mostar un tema tabú para la sociedad de la epoca. Nos muestra un retrato elegante pero realista, con atmósfera de thriller, una mágnifica composición diseñada en largos y suntuosos planos (casi planos secuencia) en el que el elenco actoral puede lucirse y mostrar un realismo desacostumbrado y una espontaneidad inaudita y fascinante. Cabe destacar el uso de las elipsis visuales para no mostrar, y enfatizar más si cabe, la acción de drogarse y la composición musical de jazz obra de Elmer Bernstein.
Merece la pena mencionar al trío protagonista: Frank Sinatra está maravillloso en su papel de adicto buscando una nueva vida en un entorno asfixiante que le persigue. No le va a la zaga Eleanor Parker, enigmática e histérica. Y qué decir de Kim Novak, esa criatura excitante de mirada turbia y erotismo melancólico que borda su interpretación.
En conclusión, nos encontramos con un filme atípico, en un contexto díficil, realizado por un cineasta diferente. Es una película entretenida, que nos hará reflexionar, que en contra de algunas opiniones no ha envejecido. Quizás, porque mostrar las ruinas de un hombre y su redención no pasan nunca de moda. Porque nos situa en una tesitura ya conocida como es la de determinados ambientes marginales. Y porque a pesar de todo, siempre nos quedará la deliciosa tristeza de Kim Novak para consolarnos.
FICHA TÉCNICA:

TITULO ORIGINAL
The Man With the Golden Arm
AÑO
1955
DURACIÓN
119 min.
DIRECTOR
Otto Preminger
GUIÓN
Walter Newman & Lewis Meltzer (Novela: Nelson Algren)
MÚSICA
Elmer Bernstein
FOTOGRAFÍA
Sam Leavitt (B&W)
REPARTO
Frank Sinatra, Kim Novak, Eleanor Parker, Arnold Stang, Darren McGavin, Doro Merande, Robert Strauss
PRODUCTORA
United Artists

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Le felicito por su crítica. Espero ver la pelicula. Y efectivamente, KIm Novak es lo más...

Anónimo dijo...

Se trata de una pelicula más valiosa de lo que la gente cree. Es realmente buena en todos los aspectos

Anónimo dijo...

Me alegro que el Sr. Silverman tuviera en cuenta mi sugerencia del visionado de esta película. Estoy de acuerdo con su crítica en un 99%. El 1% restante se refiere a Kim Novak. No es que no me guste, la consirero buena actriz, especialmente por esa melancolía y misterio que desprende (me encanta en "Vertigo", "Me enamoré de una bruja","Un extraño en mi vida"...)pero no me consolaría con ella, tampoco con Frank Sinatra, no es mi tipo. Seguro que Marduk estaría encantado de encontrarse con una Novak. Ya le gustaría.