10 octubre 2006

Crítica de Cine (X): Munich (2005)


¡VENGANZA!

Dice José Saramago que la capacidad para revelarse y tener un discurso transgresor tendría que aumentar con la edad. Es decir, en contra de la norma establecida, las personas mayores, libres de obligaciones y sin nada que perder, deberían liderar una hipotética revolución. Aplicando el pensamiento del Nobel portugués encontramos en el cine actual un ejemplo reciente de cineasta contestatario con discurso corrosivo y políticamente incorrecto: “Munich” de Steven Spielberg.
La última película del “Rey Midas” de Hollywood sobresale por muchas cosas, pero sobre todo, porque hace de la honestidad un estandarte afilado y amenazador apuntando al corazón de los discursos oficiales del "stablishment". Partiendo de la veracidad histórica que supuso el secuestro y la muerte de atletas israelíes en las olimpiadas de Munich´72, Spielberg, retrata la crónica minuciosa y detallada de la venganza llevada a cabo por los servicios secretos israelíes contra supuestos ideólogos del terrorismo islámico. En un principio, el carácter del material sería poco menos que inflamable.
Sin embargo, el cineasta muestra desde los primeros minutos de metraje que su intención es hacer reflexionar. No es éste el típico filme de consumo rápido y olvido fulminante que suele realizar para cumplir con sus seguidores menos exigentes. No, este es un filme que se aleja de planteamientos maniqueístas, que no desea ser un folleto propagandístico que reinvente la Historia y legitime idearios belicistas y darwinianos. No en vano, la película no ha gustado ni en sectores judíos ni palestinos (es duro verse en el espejo). El filme está lleno de matices, de ambigüedades. Posee un enfoque hiperrealista abrumador tratando de que el cine, por fin, represente la cruda verdad (tal y cómo dijo Godard). A través de una planificación minuciosa y una puesta en escena magistral, asistimos al descenso a los infiernos de un hombre, Avner Kaufmann (espléndido Eric Bana), que cree rectos y justos sus principios y valores. Pero conforme avanza la carnicería, esas ideas orgullosas se van poblando de cadáveres, las dudas llegan y afloran las pesadillas.
Es un filme de guión trepidante, de personajes complejos y bien estructurados, de ritmo cambiante manteniendo muy bien el interés y la tensión narrativa. La fotografía es maravillosa y nos da la impresión, pese a la longitud del metraje, de que la cámara se mueve con soltura y se encuentra siempre en el lugar idóneo. Solamente un pequeño defecto, el filme está lejos de estar diseñado para todos los paladares. Y además, debe contar con ciertos conocimientos del espectador sobre la materia dada la cantidad de información que se suministra relacionada con el conflicto árabe-israelí.
Se trata, en fin, de un filme monumental, de ambición enorme, cuyo mensaje es claro: la venganza no es el camino, la violencia engendra más violencia. Así, se entiende mejor que “Munich” sea una de las obras más atrevidas del cine reciente en los tiempos de la Guerra Preventiva. Mucho más, cuando su creador es uno de los paladines del "mainstream" hollywoodiense, con una filmografía extensa y reconocida. Es sin duda, la obra maestra de su autor, muy por encima de “La lista de Schindler” (1993) y “Salvar al soldado Ryan” (1998). Ambas de valores cinematográficos indudables pero de mensajes algo controvertidos. Y así, al final, “Munich” deja en el espectador un poso amargo, de desengaño, de desilusión, de ruptura con los ideales conservadores de patria y bandera. Se lee entre líneas aquella frase apabullante de “Nacido el 4 de Julio” de Oliver Stone (parece mentira su última película) cuando un sollozante Ron Kovic-Tom Cruise sentenciaba que “¡la patria es una mentira!”. Todo un mazazo al estomago en los días de éxodos masivos y nacionalismos absurdos.
FICHA TÉCNICA:
Dirección: Steven Spielberg.País: USA.Año: 2005.Duración: 164 min.Género: Thriller, drama.Interpretación: Eric Bana (Avner), Daniel Craig (Steve), Ciarán Hinds (Carl), Mathieu Kassovitz (Robert), Hanns Zischler (Hans), Geoffrey Rush (Ephraim), Ayelet Zurer (Daphna), Omar Metwally (Ali), Ami Weinberg (General Zamir), Michael Lonsdale (Papa), Valeria Bruni Tedeschi (Sylvie), Yvan Attal (Tony), Lynn Cohen (Golda Meir).Guión: Tony Kushner y Eric Roth; basado en el libro de George Jonas.Producción: Kathleen Kennedy, Steven Spielberg, Barry Mendel y Colin Wilson.Música: John Williams.Fotografía: Janusz Kaminski.Montaje: Michael Kahn.Diseño de producción: Rick Carter.Vestuario: Joanna Johnston.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

TE LO DIJE: UNA OBRA MAESTRA.DURA, PERO MUY BUENA ¿QUÉ TE PARECE LA CONVERSACIÓN ENTRE EL PALESTINO Y EL PROTAGONISTA CUANDO COMPARTEN DIALOGO PREVIO AL ASESINATO DE UNO DE ELLOS?.....LA MUERTE DE LA CHICA EN HOLANDA......¡MUY DURO!

Diebelz dijo...

Hace tiempo que vi "Munich" e incluso en v.o., pero de algo que bien me acordaré es en la edquizofrenia que padece el protagonista, que con mucha tensión es transmitida al espectador. Por cierto que se mantiene dentro de la nueva tendencia de larga duración...uff xD

Running is Life dijo...

Ciertamente, se trata de un filme muy duro. Las escenas reseñadas son muy duras pero tremendamente acertadas porque reflejan la complejidad de los conflictos y el absurdo de algunos propositos en apariencia nobles.
En cuanto, a la tensión y esquizofrenia del protagonista. Pocas veces ha estado el cine tan cerca de los dilemas humanos. Y tal vez sea cierto, aunque no le demos mayor importancia, sobra un poco de metraje.