VOLVIENDO A CASA
Hasta que Michael Cimino escribió y filmó “El cazador”, el cine no se había atrevido aún en mostrar las absurdas heridas que la Guerra del Vietnam había dejado en la sociedad norteamericana. Por tanto, el filme es pionero en la revelación de tan peliagudas cuestiones.
Perfectamente estructurada, tiene una amplia primera parte repleta de ambiciosas escenas colectivas en las que se da a conocer a los protagonistas: tres jóvenes obreros metalúrgicos que han decidido ingresar en el ejército y luchar en Vietnam. Esta parte, revestida con un tono de falso documental, nos muestra el modo de vida de las pequeñas comunidades obreras, la mayoría de origen inmigrante, y cómo mantienen sus costumbres y tradiciones en la tierra que les ha acogido. En efecto, los tres jóvenes protagonistas: Michael (Robert de Niro en uno de los papeles más duros de su carrera), Nick (Christopher Walken en plan soberbio y con Óscar bajo el brazo) y Steve (John Savage dando oportuna réplica a los otros dos) son tres chicos norteamericanos de origen ruso (paradojas de la Guerra Fría y caprichos de la Historia) que se van a la guerra. Así, Cimino muestra una boda y un baile típicos de Rusia en la industrializada Pennsylvania, retrato perfecto de las reacciones y sentimientos que la comunidad muestra cuando sus jóvenes vástagos deciden empuñar las armas por causas supuestamente justas.
“El cazador”, cuyo título alude sin duda a una de las metáforas, de entre muchas, que salpican la película. Esto es, la afición de los protagonistas a la caza del ciervo en las montañas. Ironías de la vida, los cazadores de animales se convierten en cazadores de hombres por la gracia del Imperio. Sin embargo, no es una película bélica en sentido estricto, las escenas de combate son breves. No, la obsesión de Cimino es la de escudriñar elementos más subjetivos: a saber, el trauma doloroso del hombre en la batalla, la culpa de haber sobrevivido al horror y la alienación y deshumanización del individuo. Este último elemento perfectamente retratado en la figura de Nick, que tras haber sido torturado junto a sus amigos con el juego de la Ruleta Rusa, se convierte en jugador profesional en Saigón. Maldito juego y acertada metáfora (otra más) sobre lo absurdo de la guerra y lo poco que vale la vida cuando la locura impera a la razón.
Filme magistral, único. Con un casting excepcional, al elenco principal hay que añadir una lista interesante de secundarios como Meryl Streep o John Cazale. Reseñable también una banda sonora acertadísima. Filme intemporal, pues es perfectamente aplicable casi treinta años después a los duros tiempos que vivimos (véanse los conflictos del Tío Sam en Irak y Afganistán). Y será en el futuro, sin duda, un fresco fiel de cómo la admiración deja paso al compadecimiento. Cómo una vez rotas las ilusiones, se abre paso la amargura, y de cómo la guerra llegó a destrozar la vida de tres amigos.
Hasta que Michael Cimino escribió y filmó “El cazador”, el cine no se había atrevido aún en mostrar las absurdas heridas que la Guerra del Vietnam había dejado en la sociedad norteamericana. Por tanto, el filme es pionero en la revelación de tan peliagudas cuestiones.
Perfectamente estructurada, tiene una amplia primera parte repleta de ambiciosas escenas colectivas en las que se da a conocer a los protagonistas: tres jóvenes obreros metalúrgicos que han decidido ingresar en el ejército y luchar en Vietnam. Esta parte, revestida con un tono de falso documental, nos muestra el modo de vida de las pequeñas comunidades obreras, la mayoría de origen inmigrante, y cómo mantienen sus costumbres y tradiciones en la tierra que les ha acogido. En efecto, los tres jóvenes protagonistas: Michael (Robert de Niro en uno de los papeles más duros de su carrera), Nick (Christopher Walken en plan soberbio y con Óscar bajo el brazo) y Steve (John Savage dando oportuna réplica a los otros dos) son tres chicos norteamericanos de origen ruso (paradojas de la Guerra Fría y caprichos de la Historia) que se van a la guerra. Así, Cimino muestra una boda y un baile típicos de Rusia en la industrializada Pennsylvania, retrato perfecto de las reacciones y sentimientos que la comunidad muestra cuando sus jóvenes vástagos deciden empuñar las armas por causas supuestamente justas.
“El cazador”, cuyo título alude sin duda a una de las metáforas, de entre muchas, que salpican la película. Esto es, la afición de los protagonistas a la caza del ciervo en las montañas. Ironías de la vida, los cazadores de animales se convierten en cazadores de hombres por la gracia del Imperio. Sin embargo, no es una película bélica en sentido estricto, las escenas de combate son breves. No, la obsesión de Cimino es la de escudriñar elementos más subjetivos: a saber, el trauma doloroso del hombre en la batalla, la culpa de haber sobrevivido al horror y la alienación y deshumanización del individuo. Este último elemento perfectamente retratado en la figura de Nick, que tras haber sido torturado junto a sus amigos con el juego de la Ruleta Rusa, se convierte en jugador profesional en Saigón. Maldito juego y acertada metáfora (otra más) sobre lo absurdo de la guerra y lo poco que vale la vida cuando la locura impera a la razón.
Filme magistral, único. Con un casting excepcional, al elenco principal hay que añadir una lista interesante de secundarios como Meryl Streep o John Cazale. Reseñable también una banda sonora acertadísima. Filme intemporal, pues es perfectamente aplicable casi treinta años después a los duros tiempos que vivimos (véanse los conflictos del Tío Sam en Irak y Afganistán). Y será en el futuro, sin duda, un fresco fiel de cómo la admiración deja paso al compadecimiento. Cómo una vez rotas las ilusiones, se abre paso la amargura, y de cómo la guerra llegó a destrozar la vida de tres amigos.
FICHA TÉCNICA:
Director:
Michael Cimino
Guión:
Michael Cimino
Fotografía:
Vilmos Zsigmond
Música:
Stanley Myers
Intérpretes:
Robert De Niro, John Cazale, John Savage, Christopher Walken, Meryl Streep
4 comentarios:
La desgracia de ser yanqui. Casi no tienen una generación que haya vivido en paz desde 1776. Solamente reconocen la cultura de la guerra.
Probablemente, una de las peliculas más desesperanzadoras de la Historia
Esta película la vi hace ya unos años. También decir que era más joven y menos observador. El inicio me pareció largo y tedioso si bien luego la historia da un cambio tremendo. Repito, la vi hace tiempo, me asombró bastante cuando el protagonista juega a la ruleta rusa y toda esa psicosis de guerra que termina convirtiendo al soldado en un ser sin escrúpulos totalmente desmoralizado.
Como dice el maestro Joseph es el primer acercamiento cinematográfico a la población sobre la guerra de Vietnam y por lo tanto merece un reconocimiento doble. Decir que De Niro es un gran actor sobre todo por películas como "Toro Salvaje" y en particular Christopher Walken por su calidad como actor que sin ser una macro-estrella como Tom Cruise por citar a algún actor, es capaz de bordar tanto a protagonistas como a personajes secundarios. Citar dos películas en las que me ha gustado, son "Atrápame si puedes" donde tiene un sencillo pero muy cuidado papel y "Los perros de la guerra" basada en la novela de Federick Forsyth si bien la novela es excelente, la película se ve con ciertas expectativas, por lo que mi visión sobre esta es muy parcial.
Una revisión no sería mala idea
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