RESISTIR HASTA EL FIN
Que Clint Eastwood a su edad, no le debe nada a nadie debería ser una obviedad. Es por eso, que este veterano cineasta sigue haciendo un cine absolutamente fascinante caracterizado por una independencia intelectual impensable no hace mucho tiempo. Y es que Eastwood se ha ganado a pulso la poderosa luz que alumbra cualquiera de sus proyectos. Para el que esto escribe y en contra de lo que muchos expertos aseguran al calificarlo solamente como habilidoso artesano, este cineasta pasa por ser (echemos un vistazo a tan dilatada como excitante filmografía) uno de los autores (y mucho ojo que digo “Autor”) cinematográficos contemporáneos con un discurso más coherente, lúcido y profundamente honesto del séptimo arte.
A juzgar por sus dos últimas películas: “Banderas de nuestros padres” y “Cartas desde Iwo Jima” (2006) su discurso comienza a evolucionar hacia un humanismo valioso cuyas consecuencias son aún impredecibles. Si parece seguro que mientras Eastwood respire tendremos la sensación de que lo mejor está aún por llegar. Si en “Banderas” Eastwood dio a conocer las consecuencias de la batalla de Iwo Jima desde el bando norteamericano, ahora, en “Cartas desde Iwo Jima” disecciona con precisión y acierto el enfrentamiento bélico desde el punto de vista japonés.
¿Era necesaria una segunda película sobre el mismo acontecimiento?, rotundamente sí. “Cartas desde Iwo Jima” pertenece a esa rara estirpe de filmes cuya realización y existencia se justifica por sí misma. Los motivos son claros. Eastwood recupera la memoria histórica con el mismo rigor y respeto (si no más) que en su filme anterior. El conocimiento de la Historia, entiendo, es fundamental para que las nuevas generaciones comprendan su pasado y no incurran en los mismos errores.
En unos términos técnicos similares a “Banderas” (fotografía realista y montaje soberbio) se humaniza por vez primera al enemigo. Se muestra el conflicto en la fatalmente famosa isla de Iwo Jima a través de los ojos del general japonés Kuribayashi (soberbio Ken Watanabe) y el soldado Saigo (Kazunari Ninomiya). Las cartas de ambos actúan como eje narrativo para conocer el enfrentamiento bélico en profundidad: la realidad un país (Japón) cuyo exacerbado nacionalismo y divinización de su Emperador han llevado a su movilizada población a vivir por y para sus combatientes. Esta situación ligada a la cultura y rígida formación de sus militares les empuja con feroz determinación a resistir hasta la muerte con “honor”. Y aún más, las sentidas epístolas reflejan una tragedia humana, la contraposición de dos formas opuestas de percibir la vida. Mientras el veterano General, hombre culto y perteneciente a las élites se encuentra alienado y une su existencia a la de su país, el joven soldado, panadero de profesión, se erige en un superviviente con sentido común al tomar conciencia de una derrota que no por dolorosa y humillante justifica la inmolación propia.
En conclusión, “Cartas desde Iwo Jima” es una importante película que corona con brillantez la revisión crítica sobre la II Guerra Mundial. Es un filme absolutamente necesario porque pocas veces se nos muestra la realidad de aquellos a quienes creemos diferentes y son sin embargo, más cercanos a nosotros de lo que pensamos. Y finalmente, culmina un espléndido díptico junto a “Banderas de nuestros padres” sobre la evolución radical del género bélico hacia la reflexión intelectual profunda sobre el hecho irracional de que los hombres se maten los unos a los otros en nombre del país que le ha tocado nacer.
Que Clint Eastwood a su edad, no le debe nada a nadie debería ser una obviedad. Es por eso, que este veterano cineasta sigue haciendo un cine absolutamente fascinante caracterizado por una independencia intelectual impensable no hace mucho tiempo. Y es que Eastwood se ha ganado a pulso la poderosa luz que alumbra cualquiera de sus proyectos. Para el que esto escribe y en contra de lo que muchos expertos aseguran al calificarlo solamente como habilidoso artesano, este cineasta pasa por ser (echemos un vistazo a tan dilatada como excitante filmografía) uno de los autores (y mucho ojo que digo “Autor”) cinematográficos contemporáneos con un discurso más coherente, lúcido y profundamente honesto del séptimo arte.
A juzgar por sus dos últimas películas: “Banderas de nuestros padres” y “Cartas desde Iwo Jima” (2006) su discurso comienza a evolucionar hacia un humanismo valioso cuyas consecuencias son aún impredecibles. Si parece seguro que mientras Eastwood respire tendremos la sensación de que lo mejor está aún por llegar. Si en “Banderas” Eastwood dio a conocer las consecuencias de la batalla de Iwo Jima desde el bando norteamericano, ahora, en “Cartas desde Iwo Jima” disecciona con precisión y acierto el enfrentamiento bélico desde el punto de vista japonés.
¿Era necesaria una segunda película sobre el mismo acontecimiento?, rotundamente sí. “Cartas desde Iwo Jima” pertenece a esa rara estirpe de filmes cuya realización y existencia se justifica por sí misma. Los motivos son claros. Eastwood recupera la memoria histórica con el mismo rigor y respeto (si no más) que en su filme anterior. El conocimiento de la Historia, entiendo, es fundamental para que las nuevas generaciones comprendan su pasado y no incurran en los mismos errores.
En unos términos técnicos similares a “Banderas” (fotografía realista y montaje soberbio) se humaniza por vez primera al enemigo. Se muestra el conflicto en la fatalmente famosa isla de Iwo Jima a través de los ojos del general japonés Kuribayashi (soberbio Ken Watanabe) y el soldado Saigo (Kazunari Ninomiya). Las cartas de ambos actúan como eje narrativo para conocer el enfrentamiento bélico en profundidad: la realidad un país (Japón) cuyo exacerbado nacionalismo y divinización de su Emperador han llevado a su movilizada población a vivir por y para sus combatientes. Esta situación ligada a la cultura y rígida formación de sus militares les empuja con feroz determinación a resistir hasta la muerte con “honor”. Y aún más, las sentidas epístolas reflejan una tragedia humana, la contraposición de dos formas opuestas de percibir la vida. Mientras el veterano General, hombre culto y perteneciente a las élites se encuentra alienado y une su existencia a la de su país, el joven soldado, panadero de profesión, se erige en un superviviente con sentido común al tomar conciencia de una derrota que no por dolorosa y humillante justifica la inmolación propia.
En conclusión, “Cartas desde Iwo Jima” es una importante película que corona con brillantez la revisión crítica sobre la II Guerra Mundial. Es un filme absolutamente necesario porque pocas veces se nos muestra la realidad de aquellos a quienes creemos diferentes y son sin embargo, más cercanos a nosotros de lo que pensamos. Y finalmente, culmina un espléndido díptico junto a “Banderas de nuestros padres” sobre la evolución radical del género bélico hacia la reflexión intelectual profunda sobre el hecho irracional de que los hombres se maten los unos a los otros en nombre del país que le ha tocado nacer.
FICHA TÉCNICA:
Dirección: Clint Eastwood.País: USA.Año: 2006.Duración: 140 min.Género: Drama bélico.Interpretación: Ken Watanabe (general Tadamichi Kuribayashi), Kazunari Ninomiya (Saigo), Tsuyoshi Ihara (barón Nishi), Ryo Kase (Shimizu), Shidou Nakamura (teniente Ito), Nae (Hanako), Hiroshi Watanabe (teniente Fujita), Takumi Bando (capitán Tanida), Yuki Matsuzaki (Nozaki).Guión: Iris Yamashita y Paul Haggis; basado en el libro "Picture letters from commander in chief" de Tadamichi Kuribayashi.Producción: Clint Eastwood, Steven Spielberg y Robert Lorenz.Música: Kyle Eastwood y Michael Stevens.Fotografía: Tom Stern.Montaje: Joel Cox y Gary D. Roach.Diseño de producción: Henry Bumstead y James J. Murakami.Vestuario: Deborah Hopper.
7 comentarios:
ESTE ES MI PUNTO DE VISTA,ESPERO QUE PODAMOS DEBATIR
Siento decepcionarlo pero no es santo de mi devoción
Bueno, cuestión de gustos. Pienso que Eastwood ha mostrado la realidad desde los dos puntos de vista. Esto es necesario y sano porque la realidad no es únidimensional. Creo que hay escenarios como Iwo Jima, Normandía, Auschwitz, Srebrenica, Bagdad, Kabul, etc... que necesitan visiones múltiples y complementarias.
Superior a Banderas...Es la primera vez que veo en el cine bélico de la 2ªG.M. el punto de vista de esta guerra desde el
lado japonés de una forma tan "delicada" y respetuosa. Muy bien Clint y Joseph.
Tante Grazie
Me encantó esta peli, a pesar de que el bélico no está entre mis géneros favoritos... ya te he dicho que, a partir de ahora, me voy a dedicar a ver sólo comedias!! a lo meg ryan, que tanto le gustan a Mario...
PD. En el momento del desembarco en las costas de Iwo Jima me vino un flashback: algo así como una "Troya" postmoderna...
Es una forma de verlo tan legitima como cualquiera. Quizás las virtudes de esta pelicula no están tanto en las escenas bélicas como en aquellas en las que se muestra la intimidad del combatiente y su mentalidad
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