12 abril 2007

TV: Jefes (1983)



ANTROPOLOGÍA DEL MAL EN LOS TIEMPOS DEL BIEN

El crecimiento de las ciudades y el desarrollo tecnológico y económico de estos nucleos ofrece, con cierta frecuencia, una suerte de rostro risueño, una especie de Disneylandia o de Jardín del Edén en el que vivir es una suerte. Sin embargo, conviene reflexionar seriamente sobre los reversos tenebrosos que la formas de vida moderna en enormes comunidades acarrean con no pocos traumas y agonías.
"Jefes" (1983) es una miniserie del año 1983 dirigida por Jerry London estructurada en cuatro capitulos en el que se establece con acierto cómo las sociedades se abstraen de sus conflictos, anestesiándose en la indiferencia cuándo la injusticia campa a sus anchas por las callles. A través de tres generaciones diferentes de jefes de policía, asistimos a la fundación y crecimiento paulátino de la pequeña localidad sureña de Delano. Desde los años 20 hasta finales de los 60 Delano es la metáfora de un país que se hundió (Gran Depresión) y resurgió con el New Deal roosveltliano. Una nación que habría de convetirse en potencia y en su camino las semillas de la violencia se enraizarían en una sociedad considerada elegida por Dios. Para lo bueno y para lo malo, el orgullo y la frustración, la gloria y la miseria. Paradojas de lo contemporáneo.
En el devenir histórico de esta localidad sureña y de sus jefes de policía, encontramos la ética que distingue al hombre honesto del canalla, aunque ámbos porten la placa que los identifica como agentes de la ley. La sensibilidad y la percepción diferencial de lo que debe ser justo. En este sentido esta serie es revolucionaria. Sin olvidar, los aires reivindicativos y en contra del racismo y la xenofobia propios de los lugares en los que el Ku Klux Klan significa tanto como las instituciones de los ciudadanos.
Y de fondo, la barbarie y la depravación de unos macabros asesinatos perpetrados por alguien del pueblo cercano a todos. La señal de que los peores monstruos son los que tienen forma humana.La pesadilla de la colectividad, un caso sin resolver durante cuarenta años, adolescentes que desaparecen, cruces que se incendian, rituales del dolor, nostalgia y frenesí por un fascismo que somete al debil al ritmo que marcan las botas y el uniforme. La tragedia y los fantasmas que arrastran las conciencias de los que callan. Todo esto y mucho más se representa en "Jefes". Un clásico a recuperar que mantiene la frescura y el atractivo de sus orígenes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La recuerdo bien y en su día fue una experiencia excelente

Anónimo dijo...

... y efectivamente, es un retrato del mal.