Cinema Revival (XLIII): Capitan Conan (1996)

VIVENCIAS DE LA GRAN GUERRA

La segunda incursión del gran cineasta francés Bertrand Tavernier en un momento histórico tan crucial como la I Guerra Mundial después de “La vida y nada más” (1989) tuvo su continuación con esta soberbia “Capitán Conan” (1996). Sigue profundizando Tavernier en las cuestiones que ya había mostrado en su primer filme de escenario belico(que no filme puramente bélico). Y esto es porque el director francés se sirve valientemente del contexto histórico para denunciar la crueldad de lo que fue la “Gran Guerra” y por ende, de todas las guerras que vendrán. Sin embargo, no se conforma con esto, y disecciona de forma y manera sublime un retrato veraz y escalofriante sobre las mentalidades en tiempo de guerra. Así, Tavernier sigue sosteniendo con su cine la bandera de la denuncia y la justa reivindicación. No importa el contexto ni la historia que se quiera contar.
“Capitán Conan” es un filme claramente estructurado en tres partes. En la primera parte se cuentan los últimos enfrentamientos armados del frente búlgaro antes del armisticio de 1918 y supone la carta de presentación de los personajes del filme: el capitán Conan y el teniente Norbeld. La acción trepidante y el tono sobrio y austero de las escenas de combate contrastan con la segunda parte en la que los dos amigos entran en conflicto por causa de las leyes militares. Conan encarna el perfil del guerrero entregado ciegamente a la causa de su país y ésto, entiende, debe reportarle una serie de privilegios fuera del campo de batalla. Por otro lado, Norbeld representa el ideal del oficial honesto al que no gustan las duras y vejatorias leyes militares pero que termina admitiendo como límite entre la tiranía de unos oficiales decadentes e inmorales embebidos en su propia ineptitud y la anarquía de unos reclutas traumatizados por sus vivencias. Finalmente, en la tercera parte Tavernier filma una especie de reconciliación en la que trata de hacer balance sobre lo irresoluble: ¿Cómo hacer justicia en medio de la masacre?, ¿con qué autoridad?.
Tavernier hace guiños explícitos a filmes referenciales dentro del cine antibelicista. “Capitán Conan” se sitúa a medio camino de memorables obras maestras como “La gran ilusión”(1937) de Jean Renoir o “Senderos de gloria” (1957) de Stanley Kubrick. De la primera se recogen la camaradería y el compañerismo de hombres diferentes de dispares inquietudes unidos por un mismo principio y deber: la defensa legitima de su patria. De la segunda, Tavernier hereda su defensa a ultranza de la paz y de la dignidad de los combatientes, la crítica brutal a un estamento militar que castra y humilla a sus miembros hasta el punto irreconciliable de la no distinción entre éstos carcamales y el enemigo de la trinchera de enfrente.
En conclusión, filme a tener en cuenta por su minucioso análisis de las conductas, por ser un veraz espejo de una época única, tan desgarradora en el frente de vanguardia como apasionante en la retaguardia. Por entender la guerra como fenómeno antropológico inevitable y por tanto, en una tara de todos los seres humanos que dicen ansiar la paz y no se resisten a empuñar el fusil por las más absurdas causas que se pueden recordar.

FICHA TÉCNICA:

Título Original: Capitaine Conan Año: 1996 Duración: 126 min. Director: Bertrand Tavernier Guión: Bertrand Tavernier y Jean Cosmos (novela de Roger Vercel) Música: Oswald D'andrea Fotografía: Alain Cloquart Reparto: Philip Torreton Samuel Le Bihan, Bernard Le Coq, Catherine Rich, Francois Berleand, Claude Rich