MELTING POT- REFLEXIÓN: Cinema Revival (XLV): The Cowboys (1972)

LA LEYENDA Y LOS NIÑOS

Fue un western tardío. Quizás uno de los mejores de esa decada. Y tal vez haya pasado a la posteridad no tanto por su calidad (que es indiscutible) dentro de un género tan fecundo y significativo, sino porque John Wayne, llamémosle "la Leyenda" brindó una de sus últimas y más sentidas interpretaciones.

"The Cowboys" (1972) de Mark Rydell es un dignísimo western. Dotado de una sugerente belleza en cada uno de sus planos, capaz también de ofrecer una revisión sobre un género que, exceptuando a Clint Eastwood y a Sam Peckimpah, mostraba una palpable decadenciaen aquellos días. El relato de tintes paterno-filiales entre el personaje de John Wayne y una panda de muchachos que se prestan con valentía a dirigir el ganado a través de las tierras salvajes resulta un manifiesto de las tierras de frontera en las que un joven cineasta (Mark Rydell) desata salvajemente esa pulsión por rodar en el paisaje agreste.

Se trata sin duda de un filme que entona solemnemente los acordes de la iniciación al mundo adulto, del abandono de la infancia y el comienzo de los compromisos, de la responsabilidad y la honestidad en un mundo en el que los conflictos se dirimen a punta de pistola. Y aunque en verdad el conjunto es más bien previsible (no así el final que es inesperado y atípico), el tiempo ha hecho de este western un exquísito ejercicio de arqueología del Far West. Y es que por momentos John Wayne se aparece como el padre de todos los niños, el padre ideal cuya gigantesca sombra ha de arropar a unos desvalidos infantes en los horizontes sin fronteras de un país que se asomaba ya a su realidad geográfica.

FICHA TÉCNICA: