MÚSICA PARA UNA GENERACIÓN
¿Quién hubiera dicho que uno de los mayores mecenas del cine de Hollywood tuvo un comienzo tan rabiosamente personal?. Cuestión clave que, de repente, surge al revisar esta “American grafitti” (1973) del afamado y celebérrimo (aunque por otros logros cinematográficos) George Lucas.
Auténtico canto a las ilusiones perdidas e himno generacional de culto, Lucas llevó al cine un relato de tintes autobiográficos sobre el paso de la adolescencia a la edad adulta en la década de los 60 y aunque su mirada es terriblemente nostálgica, no cae en la autocomplacencia. “American graffiti” cuenta con una serie de virtudes que la convierten indudablemente en todo un clásico del cine USA. Primeramente la economía de medios con que fue realizada le confiere un encanto peculiar y una espontaneidad difíciles de lograr en otras producciones de más empaque.
Lucas realizó un intenso revival que transcurre en una noche. Esa que separa el fin del instituto y el comienzo de la universidad, la que marca el inicio de una nueva vida y la perdida de la inocencia para su protagonista y para una nación que abandonaba los años dorados de la posguerra y el rock and roll para adentrarse en la oscuridad de la guerra. Tendrá siempre “American graffiti” el encanto de trasladarnos a su época, no solo por la exactitud de sus escenarios genuinamente americanos, desde sus coches a sus estaciones y restaurantes, sino por rescatar la banda sonora musical de toda una generación. Música que, gracias a Dios, ha llegado imperturbable e inmortal a nuestros días. Chuck Berry, Beach Boys, Platters, Otis Redding y un largo etcétera de artistas excepcionales que dibujaron con trazo efervescente el paso del tiempo de cada vida. Música en fin para cada instante y cada recuerdo. Y es que en el fondo, “American graffiti” es un recuerdo constante sobre aquella juventud que tuvimos, tenues esbozos de lo que pudimos hacer y no hicimos, la fugacidad inevitable de nuestra existencia.
Y aunque concluyamos que este filme consagró a George Lucas como un cineasta a tener en cuenta por la industria cinematográfica, no tiene la fuerza ni la aureola mística de otras odas generacionales. “El gran miércoles” (1978) de John Milius o “La última película” (1971) de Peter Bogdanovich serian un ejemplo de obras mucho más logradas. Sin embargo, siempre tendrá esa frescura que nos hace percatarnos que el "gran mecenas hollywoodiense" tuvo unos inicios prometedores, con inquietudes verdaderas más apegadas al arte que al business. Nadie es perfecto. Quedará para la posteridad que George Lucas mostró con fortuna el doloroso y triste proceso de madurar. Otros hicieron menos.
Auténtico canto a las ilusiones perdidas e himno generacional de culto, Lucas llevó al cine un relato de tintes autobiográficos sobre el paso de la adolescencia a la edad adulta en la década de los 60 y aunque su mirada es terriblemente nostálgica, no cae en la autocomplacencia. “American graffiti” cuenta con una serie de virtudes que la convierten indudablemente en todo un clásico del cine USA. Primeramente la economía de medios con que fue realizada le confiere un encanto peculiar y una espontaneidad difíciles de lograr en otras producciones de más empaque.
Lucas realizó un intenso revival que transcurre en una noche. Esa que separa el fin del instituto y el comienzo de la universidad, la que marca el inicio de una nueva vida y la perdida de la inocencia para su protagonista y para una nación que abandonaba los años dorados de la posguerra y el rock and roll para adentrarse en la oscuridad de la guerra. Tendrá siempre “American graffiti” el encanto de trasladarnos a su época, no solo por la exactitud de sus escenarios genuinamente americanos, desde sus coches a sus estaciones y restaurantes, sino por rescatar la banda sonora musical de toda una generación. Música que, gracias a Dios, ha llegado imperturbable e inmortal a nuestros días. Chuck Berry, Beach Boys, Platters, Otis Redding y un largo etcétera de artistas excepcionales que dibujaron con trazo efervescente el paso del tiempo de cada vida. Música en fin para cada instante y cada recuerdo. Y es que en el fondo, “American graffiti” es un recuerdo constante sobre aquella juventud que tuvimos, tenues esbozos de lo que pudimos hacer y no hicimos, la fugacidad inevitable de nuestra existencia.
Y aunque concluyamos que este filme consagró a George Lucas como un cineasta a tener en cuenta por la industria cinematográfica, no tiene la fuerza ni la aureola mística de otras odas generacionales. “El gran miércoles” (1978) de John Milius o “La última película” (1971) de Peter Bogdanovich serian un ejemplo de obras mucho más logradas. Sin embargo, siempre tendrá esa frescura que nos hace percatarnos que el "gran mecenas hollywoodiense" tuvo unos inicios prometedores, con inquietudes verdaderas más apegadas al arte que al business. Nadie es perfecto. Quedará para la posteridad que George Lucas mostró con fortuna el doloroso y triste proceso de madurar. Otros hicieron menos.
FICHA TÉCNICA:
Título Oríginal: American Graffiti Año: 1973 Duración: 110 min. Director: George Lucas
Guión:George Lucas, Gloria Katz, Willard Huyck Música: Varios (Rock & Roll) Fotografía:
Ron Eveslage & Jan D'Alquen Reparto: Richard Dreyfuss, Ronny Howard, Paul Le Mat, Charlie Martin Smith, Candy Clark, MacKenzie Phillips, Cindy Williams, Harrison Ford, Wolfman Jack, Bo Hopkins, Kathleen Quinlan, Suzanne Somers, Beau Gentry, Jim Bohan, Jan Bellan, Deby Celiz, Lynn Marie Stewa
Guión:George Lucas, Gloria Katz, Willard Huyck Música: Varios (Rock & Roll) Fotografía:
Ron Eveslage & Jan D'Alquen Reparto: Richard Dreyfuss, Ronny Howard, Paul Le Mat, Charlie Martin Smith, Candy Clark, MacKenzie Phillips, Cindy Williams, Harrison Ford, Wolfman Jack, Bo Hopkins, Kathleen Quinlan, Suzanne Somers, Beau Gentry, Jim Bohan, Jan Bellan, Deby Celiz, Lynn Marie Stewa
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