QUIÉNES SOMOS Y ADONDE VAMOS
Por el principio y con claridad: "Promesas del Este" (2007) de David Cronenberg es una película, que sin llegar a ser una obra maestra, si se ha erigido en un filme celebrado, importante y con la suficiente relevancia como para pervivir en el imaginario cinéfilo por largo tiempo.
Cronenberg sigue profundizando en un cine de formas clásicas y temáticas sordidas, imágenes difíciles, claustrofóbicas de las que difícilmente se puede salir. Un cine que como su penúltimo filme "Una historia de violencia" (2005), opta por mostrar lo más bajos instintos: la ira, la agresividad y la violencia descarnada desde un enfoque hiperrealista, controvertido y cuestionable (a estudiar la larga y cruenta secuencia en unos baños públicos, ¿necesaria?). Para no obviar una buenísima puesta en escena y un elenco actoral realmente soberbio y creíble.
Desde la vertiente temática Cronenberg (cineasta de culto grande, grandísimo) prosigue su búsqueda sobre la disolución de las identidades, la confusión del propio yo y el problema de los orígenes así como del arraigo en la era de la Globalización. Al igual que en "Una historia de violencia", estos conflictos toman la forma de las relaciones entre delincuentes venidos del Este de Europa, nuevos grupúsculos criminales que encarnan como nadie la masificación y el libre transito de personas y mercancías en los días modernos y fatídicos tras la caída del Muro de Berlín.
Importan poco los negocios de estos criminales, ni siquiera se exaltan en demasía o idealizan románticamente (cual Coppola o Scorsese) rituales o ceremonias de esta organización. Los dramas individuales lo impregnan todo, la experiencia polifónica atraviesa transversalmente un filme brillante. Polifonías como las de los dilemas y agonías de Nikolai (Viggo Mortensen en el papel de su vida), hombre confuso que no encuentra su lugar en parte alguna, ni objetivos, ni perspectivas una vez que cruza el umbral de las leyes y la ética. O también la voz en off de Tatiana, personaje tangencial que vamos conociendo durante el transcurso del filme gracias a su diario y que, sin embargo, representa magistralmente la experiencia horrible de la inmigración, la muñeca rota en el falso paraíso de la "Europa rica y civilizada", aquel Londres sombrío, lluvioso, industrial, gris y despiadado, tan triste como magistral destrozando sueños.
En conclusión, un soberbio retrato de la modernidad y la incertidumbre hechas dramaturgia, hechas incertidumbre. Filme cuya complejidad argumental y densidad fílmica exigen más de un visionado para poder descifrar las metáforas y preguntas dirigidas a todos: quiénes somos y adonde vamos. El quid verdadero. La esencia olvidada de todo.
Cronenberg sigue profundizando en un cine de formas clásicas y temáticas sordidas, imágenes difíciles, claustrofóbicas de las que difícilmente se puede salir. Un cine que como su penúltimo filme "Una historia de violencia" (2005), opta por mostrar lo más bajos instintos: la ira, la agresividad y la violencia descarnada desde un enfoque hiperrealista, controvertido y cuestionable (a estudiar la larga y cruenta secuencia en unos baños públicos, ¿necesaria?). Para no obviar una buenísima puesta en escena y un elenco actoral realmente soberbio y creíble.
Desde la vertiente temática Cronenberg (cineasta de culto grande, grandísimo) prosigue su búsqueda sobre la disolución de las identidades, la confusión del propio yo y el problema de los orígenes así como del arraigo en la era de la Globalización. Al igual que en "Una historia de violencia", estos conflictos toman la forma de las relaciones entre delincuentes venidos del Este de Europa, nuevos grupúsculos criminales que encarnan como nadie la masificación y el libre transito de personas y mercancías en los días modernos y fatídicos tras la caída del Muro de Berlín.
Importan poco los negocios de estos criminales, ni siquiera se exaltan en demasía o idealizan románticamente (cual Coppola o Scorsese) rituales o ceremonias de esta organización. Los dramas individuales lo impregnan todo, la experiencia polifónica atraviesa transversalmente un filme brillante. Polifonías como las de los dilemas y agonías de Nikolai (Viggo Mortensen en el papel de su vida), hombre confuso que no encuentra su lugar en parte alguna, ni objetivos, ni perspectivas una vez que cruza el umbral de las leyes y la ética. O también la voz en off de Tatiana, personaje tangencial que vamos conociendo durante el transcurso del filme gracias a su diario y que, sin embargo, representa magistralmente la experiencia horrible de la inmigración, la muñeca rota en el falso paraíso de la "Europa rica y civilizada", aquel Londres sombrío, lluvioso, industrial, gris y despiadado, tan triste como magistral destrozando sueños.
En conclusión, un soberbio retrato de la modernidad y la incertidumbre hechas dramaturgia, hechas incertidumbre. Filme cuya complejidad argumental y densidad fílmica exigen más de un visionado para poder descifrar las metáforas y preguntas dirigidas a todos: quiénes somos y adonde vamos. El quid verdadero. La esencia olvidada de todo.
FICHA TÉCNICA:
Dirección: David Cronenberg.Países: Reino Unido, Canadá y USA.Año: 2007.Duración: 100 min.Género: Drama, thriller.Interpretación: Viggo Mortensen (Nikolai Luzhin), Naomi Watts (Anna Khitrova), Vincent Cassel (Kirill), Armin Mueller-Stahl (Semyon), Sinéad Cusack (Helen), Jerzy Skolimowski (Stepan).Guión: Steve Knight.Producción: Paul Webster y Robert Lantos.Música: Howard Shore.Fotografía: Peter Suschitzky.Montaje: Ronald Sanders.Diseño de producción: Carol Spier.Vestuario: Denise Cronenberg
4 comentarios:
soberbia, me encantó, y MMortensen está genial 5 *****
Muy buena película. Muy bueno(por todo)Viggo. Muy buen rato pasado en el cine. Excelente crítica Joseph!
realmente creo que asistimos sin duda a una de las mejores peliculas de los últimos años
se excede usted,
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