06 marzo 2008

ROBERTO SAVIANO: las letras vitales de una ciudad moribunda



Le han amenazado de muerte. Aquellos que le conocían de siempre le dieron de lado cuando se acercó demasiado a la intimidad de lo que él mismo ha denominado "El Clan". Vive en el "exilio", no se sabe dónde, escoltado permanentemente por policías antimafia tras la publicación de su primer libro. Las letras escritas le han condenado como hombre. Y sin embargo, le han encumbrado como escritor (hasta los camellos del suburbio de Secondigliano en Nápoles leyeron su libro).
El debut de Roberto Saviano en las letras se títula "Gomorra", y supuso un fenómeno editorial inusitado tanto en Nápoles como en toda Italia. "Gomorra" es la disección certera jamás realizada, combinando la investigación periodística con una narración fluida y verídica, de los entresijos y vericuetos de "La Camorra" napolitana. Saviano se desmelena con lucidez en cada una de las páginas de su libro dando nombres, destapando todos los asuntos e intrigas y los intereses de este clan mafioso que tiene sometido esta región sureña italiana.
Sin embargo, la agudeza de su ingenio, las inquietudes y el compromiso de este jovencísimo periodista no se quedan ahí. Saviano desenmascara al "monstruo" describiendo la evolución del mal y la profundidad de sus raíces bien enredadas en la cotidianidad de los ciudadanos de Nápoles, en sus instituciones públicas y sus representantes políticos.
La situación de Saviano pasado el tiempo no ha cambiado. Sigue escondido pero a la vez no ha abandonado el tono de denuncia en sus escritos, ni el compromiso con la ciudad que le vio nacer. Y es que Nápoles se muere desde hace algún tiempo. ¿Las causas?. Multiples aunque todas conducen al crimen organizado y a sus clanes. La inundación de basura y la nefasta gestión de los desechos (todo dominado por "La Camorra" con la complicidad de los políticos) ha convertido sus calles en verdaderos vertederos. Las enfermedades y las epidemias están a la orden del día. La OMS ya ha advertido que Nápoles se encuentra literalmente en una situación de emergencia sanitaria. El incremento de los casos de cáncer (sobre todo de higado, páncreas y pulmones) rozan porcentajes surrealistas. Las malformaciones congénitas comienzan a percibirse como algo normal. En medio de un apocalipsis como éste cabe preguntarse dónde se encuentra la opinión pública, el poder político y las fuerzas de seguridad del Estado. Para Saviano la respuesta es obvia: no se hace nada porque el desastre favorece a todos, y del desastre, todos pueden vivir. Así de claro y de tajante se muestra en su último artículo (publicado en El País del domingo 02/03/2008). No importa la tendencia política, ni la ideología (la izquierda no se salva tampoco de las infiltraciones "camorristas"). La cosa está clara. Hay unos pocos que se están enriqueciendo con la muerte de muchos. Cuesta trabajo asimilar esto tratándose de un país europeo pero conviene tenerlo en cuenta porque hay enfermedades que se contagian y traspasan fronteras a una velocidad de vertigo.
La voz de Saviano es hoy más necesaria que nunca, gente como él es importante como estandartes para el restablecimiento de las libertades y derechos fundamentales de nuestras sociedades. Saviano tiene la clave: no podemos ser indiferentes al mal. Debemos ser valientes y denunciarlo. De lo contrario seremos esclavos para siempre de nuestra propia cobardía. La verdad, la paz y la justicia contarán siempre y para los que amamos las letras comprometidas, Roberto Saviano será siempre un ejemplo a imitar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

espeluznante

Anónimo dijo...

uf mucho cuidado... en su libro habla de conexiones en Tenerife

Diebelz dijo...

Tuve también de leer el artículo al que haces alusión, publicado en El País. Ciertamente, es uno de los pocos héroes que, como decía Brecht, son indispensables.