26 marzo 2008

Sentido adios a Rafael Azcona


Se ha ido uno de los más grandes. Y son ya pocos los que nos quedan de aquella generación grandiosa, acaso Berlanga, López Vázquez, y algún otro al que el tiempo no habrá de perdonar (ni a nosotros). Tenía la excepcional habilidad de captar la vida tal como era, con sus dilemas y conflictos, con el sarcasmo, la ironía y el esperpento de un país en blanco y negro. Cada diálogo era un chorro de cotidianidad, un instante vivido y luego resucitado en las letras. Por encima de todo era un escritor. Pero un escritor para el cine. Cada palabra se tradujo en inolvidables imágenes, cada línea era un latido de personajes tan reales como la vida misma.
Nos ha dejado un legado inigualable (comparable al de guionistas europeos como Cesare Zavattini, Sergio Amidei, Tullio Pinelli, Robe-Grillet y otros) y su nombre habrá de estar ligado, ya para siempre, al de los grandes cineastas con quien trabajó: Marco Ferreri en las ya indispensables (para conocer nuestra Historia) "El pisito" (1959) y "El cochecito" (1960) y en la radical y despiadada "La gran comilona" (1973). Con Luis G. Berlanga en las ya, obras maestras, de nuestro patrimonio nacional cinematográfico "Plácido" (1961) y"El verdugo" (1963). Más recientemente con Fernando Trueba en la amarga "El año de las luces" (1986) y la celebérrima "Belle Epoque" (1992). Sin olvidar a Jose Luis Cuerda en aquella maravilla titulada "La lengua de las mariposas" (1999). Solo por mencionar una mínima parte de su extensa obra, que trasciende incluso, la escritura para el cine y llega a hasta la poesía.
Hombre comprometido con la vida y con lo social. Humanista y artista hasta el fin, siempre quiso, como sus personajes, pasar desapercibido. Azcona ha hecho mucho para que en este país supieramos de dónde venimos a dónde nos dirigimos. Impagable labor. A buen seguro no le hubieran gustado estas palabras porque la gloria le era ajena. Sin embargo, es la verdad de un hombre singular. Descanse en paz.

2 comentarios:

Diebelz dijo...

No lo hubiera podido reseñar mejor. Ahí quedan tus palabras y la memoria de Azcona.

Anónimo dijo...

gracias por tus palabras