07 julio 2008

Cinema Revival (LXXVII): Harry el Sucio (1971)


ONE MAN, ONE GUN

“Dirty Harry” o “Harry el sucio” (1971), llámale cómo quieras, el caso es que es un filme que revisado hoy, no ha perdido ni un ápice de toda aquella polémica que siempre le persiguió. Fue el primer filme en que se confundía la figura de un policía, o sea, un servidor de la ley y de los valores democráticos (en teoría), en la de una suerte de demiurgo que se erige en juez, jurado y verdugo con capacidad superior para discernir el bien del mal. Sin saber que quizás, la mayor plaga para los pobres ciudadanos de a pie (aunque muchos de ellos no lo sepan e incluso hayan soñado con emular sus dudosas hazañas) es él mismo.
Filme realizado por un revolucionario del género policiaco: Don Siegel. Cineasta muy minusvalorado en su momento e imitado hasta la máxima extenuación actualmente, merecería ya un estudio detallado de sus inquietudes como artista, narrador y autor de una filmografía excepcional.
Con “Harry el Sucio” volvió a dar una vuelta de tuerca al género aportando unas imágenes modernas (la representación de la ciudad de San Francisco jugó un papel decisivo como elemento narrativo en este sentido) y provocadoras con grandes dosis de violencia. ¿Violencia de mentira? ¿Violencia para entretener a todos los públicos? La respuesta afirmativa es más que dudosa porque hay en cada uno de sus fotogramas un elogio de la violencia irracional, instintiva, en el que se manifiesta la pura agresión al prójimo. Y este prójimo es casi siempre la encarnación de un nuevo perfil de criminales que asolan las grandes megaurbes. Criminales para los que las instituciones, en franco retroceso desde aquellos días hasta hoy, no tienen respuesta. No parece que la violencia sea la salida ni la solución.
Por añadidura esta “Dirty Harry” destila un cierto culto a las armas, a una cierta forma de vida que exalta como pocas el individualismo exacerbado en detrimento de los valores colectivos. La sustancia valiosa de la que se nutre todo un país repleto de mística cruenta. En pocas palabras y según el paladar que lo deguste: el paraíso urbano con vigilante incluido o el infierno en la tierra trufado de fascistas con placa. La elección no es inocente. Y no parece que sea apta para todos los públicos.
No sería justo tampoco finalizar esta crítica sin hablar del profundo carisma que aportó su protagonista Clint Eastwood a su controvertido personaje. Duro, hierático e imperturbable marcando un punto de ruptura al afrontar un desafío realmente encomiable. Renovó el western y el policiaco con sus formas y quehaceres antes de convertirse en uno de los cineastas más adorados de la Historia y en leyenda viviente del Séptimo Arte. Y esa es una verdad enorme más allá de las cuestiones morales o éticas que inevitablemente lastran este magnífico filme.

FICHA TÉCNICA:

Título Oríginal: Dirty Harry Año: 1971 Duración: 102 min.Director: Don Siegel Guión:
Harry Julian Fink, R.M. Fink, Dean Reisner (Historia: Harry Julian Fink & R.M. Fink) Música:
Lalo Schifrin Fotografía: Bruce Surtees Reparto: Clint Eastwood, Harry Guardino, Reni Santoni, John Vernon, Andy Robinson, John Larch

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Irremediablemente es una gozada

Anónimo dijo...

peliculazo cojonudo