31 agosto 2008

Crítica de Cine (LXXXIII): La noche es nuestra (2007)


REDENCIONES Y TRAGEDIAS

Sobre la semilla inmortal de Caín y Abel, su narración y lecturas, el arte parece saberlo todo. No en vano las visitas y revisiones de su argumento han sido cuantiosas. La pugna entre los hermanos ha apasionado siempre y en todo lugar. ¿Y el cine? También ha aportado lo suyo. De manera tan atronadora como hermosa.
“La noche es nuestra” (2007) de James Gray es la excepcional revisión de este mito bíblico. No hay, sin embargo, un deseo de ser exacto en la narración sino de inspirarse en la tragedia y sus consecuencias emocionales. En el filme de Gray, los dos hermanos, el primero encarnando el modelo ideal de las sociedades moralmente más intolerantes, el segundo en la piel de un individuo perdido en la noche de la gran ciudad y coqueteando con el crimen organizado. Tan distintos pero tan iguales. Su vínculo familiar les llevará por los derroteros más desesperados para mantenerse fieles a lo que cada uno, a su manera ama con todas sus fuerzas: su hermano y por ende a su Familia.
James Gray, cuya filmografía ha buceado siempre en inquietudes muy similares y temáticas parecidas, trata de diseccionar los dramas producidos por las espirales humanas. Me explico, las situaciones límite que producen los asuntos de droga, la mafia, la violencia y la muerte sirven para poner a prueba otros conceptos humanos como la amistad, la solidaridad, la lealtad y el amor. Filmes de este magnífico cineasta como “The Yards” (2000) o “Little Odessa”(1994) son ejemplos palpables de esto.
Muy en la línea de otras producciones similares (y ya inmortales, no hace falta citar títulos), el relato transcurre con un nivel dramático notable. El elenco actoral es soberbio y la fotografía, así como la puesta en escena la sitúan como una obra a tener en cuenta en el futuro.
Sin animo de ser excesivamente rigurosos, “La noche es nuestra” arrastra ciertos defectos de índole ideológica. El cineasta maneja las situaciones con un cierto maniqueísmo y cierta ortodoxia moral. Un tonillo conservador que lejos de ser molesto si ofrece su cara más combativa. En la vida no todo es blanco o negro. Cuentan los matices. Tal vez, lo más enriquecedor del arte (y de la vida).
Así, asistimos a un filme notable cuyas aspiraciones iniciales huelen a Obra Maestra pero que se queda en el camino por un exceso de solemnidad y falta de psicología. No nos engañemos, ojalá el nivel del cine actual fuera la mitad de bueno que el de este título. Y es que pocas veces puede uno reflexionar en el entorno policíaco sobre la redención de los hombres, su derecho a cambiar y a ser mejores en beneficio de ellos mismos y de la sociedad que un día les vio nacer.

FICHA TÉCNICA:

Dirección y guión: James Gray.País: USA.Año: 2007.Duración: 117 min.Género: Thriller policiaco, drama.Interpretación: Joaquin Phoenix (Bobby Green), Mark Wahlberg (Joseph Grusinsky), Eva Mendes (Amada Juárez), Robert Duvall (Burt Grusinsky), Tony Musante (Jack Shapiro), Antoni Corone (Michael Solo), Alex Veadov (Vadim Nezhinski), Moni Moshonov (Marat Buzhayev), Danny Hoch (Falsetti), Maggie Kiley (Sandra Grusinsky).Producción: Marc Butan, Joaquin Phoenix, Nick Wechsler y Mark Wahlberg.Música: Wojciech Kilar.Fotografía: Joaquin Baca-Asay.Montaje: John Axelrad.Diseño de producción: Ford Wheeler.Vestuario: Michael Clancy.

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