17 octubre 2008

Cinema Revival (LXXXIV): Alien, el 8º pasajero (1979)


LOS MIEDOS QUE LLEVAMOS DENTRO

Sigue siendo tan frenética como siempre y tan excitante como el día de su estreno. Y es que hay pocos filmes de ciencia-ficción que conserven la frescura, la modernidad y todo su atractivo después de tanto tiempo. Poco se puede aportar ya a todo lo dicho y lo escrito sobre uno de los más grandes títulos del género. No es la misión de estas líneas la innovación o la exposición de tesis revolucionarias. No. Este humilde rincón cumple, o aspira a cumplir con la función de dar a conocer a quién no conoce y de recomendar lo bueno a quienes se pierden en mediocridades. Y aseguro que no es poco.
Podríamos decir que "Alien, el 8º pasajero" (1979) de Ridley Scott nos descubrió un mundo de sombras nunca soñado fuera de nuestro planeta. Hasta su estreno, hace casi 30 años, la ciencia-ficción era blanca e inmaculada, misteriosa tal vez, ingenua. Con la tripulación del "Nostromo" conocimos la pesadilla, la negrura del espacio, la suciedad de las naves espaciales y la desilusión de unos tiempos que no por ficticios dejan de anunciar metáforas suculentas sobre la condición humana. ¿Es que no nos habla "Alien" del choque de civilizaciones, de la soledad de los humanos entre tanto desarrollo tecnológico y de cómo se vuelven contra el hombre, cazador desde el inicio de los tiempos, sus propias presas? Juzguen ustedes.
Inigualable desde su inicio, la cámara de Scott se mueve con soltura por los pasillos del Nostromo, el punto de vista varía pero el pánico permanece. Resuenan los ecos de las travesías atávicas de Joseph Conrad. El mostruo acecha desde los conductos de ventilación. El parásito inmundo presto a absorber el cuerpo y el espiritu de simples mortales perdidos en la inmensidad de la galaxia sin más deseo que el de volver a casa (home, sweet home). Y Scott, que en esto del cine es un maestro acostumbrado a dejar huella, nos aterroriza con un monstruo que es sinónimo de todos los monstruos y que en definitiva, simboliza todos los miedos que llevamos dentro. A saber, la amenaza de nuestra seguridad, la experiencia sublime de la violencia extrema y la sensación de que detrás de cada ser horrendo se esconden todas nuestras frustraciones. Lo que quisimos ser, lo que anhelamos tener y lo que finalmente no lograremos nunca.

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Ridley Scott.País: Reino Unido.Año: 1979.Duración: 117 min.Interpretación: Tom Skerritt (Dallas), Sigourney Weaver (Ripley), Veronica Cartwright (Lambert), Harry Dean Stanton (Brett), John Hurt (Kane), Ian Holm (Ash), Yaphet Kotto (Parker).Guión: Dan O'Bannon; basado en un argumento de Dan O'Bannon y Ronald Shusett.Producción: Gordon Carroll, David Giler y Walter Hill.Música: Jerry Goldsmith.Fotografía: Derek Vanlint.Montaje: Terry Rawlings y Peter Weatherley.Diseño de producción: Michael Seymour.Dirección artística: Roger Christian y Les Dilley.Vestuario: John Mollo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

puto crack

Diebelz dijo...

Sinceramente, gran post, señor Silverman. Admito que tengo que volver a verla porque en su día lo ví con otros ojos (por no decir que estaba ciego, jeje).

Salu2 !

Anónimo dijo...

bien dicho, la verdad es que la visión es bastante sugerente

Anónimo dijo...

Felicidades. Cada día te superas escribiendo tus post. Éste me ha parecido de lo mejor que has escrito hasta ahora.
Beatriz de Bobadilla