13 agosto 2009

Dos mundos se confunden


Estambul está a caballo entre Asia y Europa. Dos mundos opuestos que se atraen como un imán conformando un universo increible. En el medio el Bósforo. Tienes que concentrarte bastante para saber en qué orilla estás. Todo se confunde. La orilla europea a veces es más musulmana que la asiática, la cual puede llegar a ser más cosmópolita y laica. Nada de lo que digo tiene una base científica y todo se rompe cuando te encuentras en esos rincones singulares que solo se pueden encontrar en Estambul. En el fondo, toda esta dualidad no es más que la realidad de nuestro tiempo. las contradicciones que llevamos dentro, las paradojas, los antagonismos , las contrariedades. Al observar esos dos mundos tan dispares me envuelve esa melancolía que, como la brisa marina del Bósforo, me traslada a tiempos pretéritos que no viví. El presente se torna calmo, menos apasionante que cuando Estambul era la gran capital de los imperios. Sin embargo, miro hacia al puente, cierro los ojos y me dejo llevar. Huele a Historia.

1 comentario:

Beatriz de Bobadilla dijo...

¿Qué si huele a Historia? Romanos, Bizantinos, Otomanos...ya les gustaría a otras ciudades o países tener esa Historia...