
COMILONAS LUJURIOSAS
Pocas veces tenemos la oportunidad de ver un filme tan interesante desde latitudes lejanas (tan caprichosa y norteamericana es nuestra taquilla). La brasileña “Estómago” (2007) de Marcos Jorge es una película pequeña al que se le augura un alma enorme y una vida longeva, al menos en el recuerdo de los cinéfilos.
Se cuenta la vida y desventuras de un aprendiz de cocinero y el sentido de la buena cocina como símbolo fundamental de nuestra existencia. El argumento es en manos de Marcos Jorge una fábula sobre el amor y el prestigio social en nuestros días. Sería erróneo decir que el cineasta brasileño propone un filme gastronómico al uso o una ruta de los sentidos tradicional. No, en “Estómago” se habla de la cocina verdadera y sincera, la de las comilonas lujuriosas que despiertan los más bajos instintos. La cocina de este filme nos remite a los senderos impúdicos y atractivos del sexo sin fronteras y los sabores desconocidos, excesos a borbotones y placer sin límites.
Y para qué engañarse. Su buena factura y su acertado guión, así como lo bien enhebrado de las dos líneas temporales que articulan el filme (desde el pasado del protagonista a su triste presente en prisión), nos remiten al cine de Federico Fellini (“Las noches de Cabiria” o “Roma” por poner dos ejemplos) y Marco Ferreri (resuenan los ecos de aquella irreverente y a la vez extraordinaria “La gran comilona”).
En conclusión, una joya a tener en cuenta y la idea real de que todo es posible, lo bueno y lo malo, lo divino y lo humano, cuando en la mesa hay buenos alimentos. O lo que es lo mismo, cualquiera podría ganarnos por el estómago. Hasta el canalla más simpático.
2 comentarios:
Verdaderamente es un peliculón que se ha ganado el mérito de estar colgada en este Blog. Cabe resaltar que la gastronomía como la cultura, todo lo da y todo lo quita. ¡Fascinante relato!
Salu2 !
completamente de acuerdo, esta es una maravilla para los que nos gusta lucirnos en la cocina
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