22 junio 2008

Crítica de Cine (LXXVII): La extraña que hay en tí (2007)



VIGILANTE SUELTO, CIUDADANOS ATERRADOS

¿Cómo reaccionaríamos nosotros ante la violencia repentina en nuestras vidas tanto directa como indirectamente? ¿Qué haríamos si alguno de nuestros seres más queridos hubiera sufrido por causa de algún inadaptado que no supo calcular los límites del mal? Probablemente viviríamos un tiempo de duelo relativo y no haríamos nada. Teóricamente el Estado nos protege. Vela por nosotros. Parece claro que no reaccionaríamos como la protagonista de “La extraña que hay en ti” (2007) de Neal Jordan. Y no porque no lo hayamos pensado sino porque hay líneas que es mejor cruzar solamente en la ficción.
El filme de Jordan plantea, no sin cierta polémica, la posibilidad de cuestionar seriamente los instrumentos jurídicos y de seguridad en las sociedades democráticas. El fenómeno de la indefensión ciudadana en las grandes urbes y la necesidad imperiosa de la propia defensa personal en forma de acometida ultra violenta. Es éste un tema delicado en tanto en cuanto coloca el filme en un discurso fascistoide de primer orden que nos recuerda los filmes más reaccionarios de la ya lejana (menos mal) era Reagan. Véanse la saga del “Justiciero” de Charles Bronson, algunos títulos del eterno Stallone y otros engendros semejantes.
“La extraña que hay en ti” es un filme peligroso e innecesario porque se toma demasiado en serio a sí mismo. Con una narración tremenda y sentida por los recovecos de la gran ciudad, ahonda en las heridas y traumas de la víctima sin reparar en las razones del agresor y en los límites que obliga la convivencia democrática en las que solamente el Estado posee el monopolio de la violencia. ¿Virtudes? Concretamente dos. La primera es que su protagonista principal Jodie Foster representa el rostro alienado (muy del método) del dolor humano y el sufrimiento por la ausencia. Magistral y soberbia en un registro indeseable.
La segunda es que el filme de Jordan, indaga aunque solo sea superficialmente, en el papel de las imágenes en los actos violentos. No es nada nuevo el hecho de grabar ataques y agresiones a gente anónima. Barbarie de la modernidad y estigma de la ética del siglo XXI en los que cualquiera con su teléfono puede evadirse, alcanzar el clímax enfermizo de una figura agrediendo a otra. La ley de la selva. Ese es el punto a solucionar en el futuro. El uso maldito de las imágenes.
¿Defectos? Uno enorme. El mensaje simplista y peligroso que dice que dentro de cada uno de nosotros hay un vigilante obsesionado con "limpiar" el barrio donde vivimos sin atender a más razón y paradigma que el dolor propio y lo conocido por uno como deseable para todos. Los que han conocido la violencia o la han practicado conocen la dureza del instante y las consecuencias devastadoras de tan horrible sensación.
Es, en conclusión, una película que despertará, por desgracia, los instintos más conservadores de la audiencia más contagiada por las emociones. Conviene, por tanto, despojarnos de esa visceralidad lacerante y echarle algunas dosis de neuronas a estas cuestiones tan importantes que ocupan nuestra cotidianidad. Y sobre todo no olvidar viejas consignas: "Paz por favor".

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Neil Jordan.País: USA.Año: 2007.Duración: 119 min.Género: Drama, thriller.Interpretación: Jodie Foster (Erica Bain), Terrence Howard (Sean Mercer), Naveen Andrews (David Kirmani), Nicky Katt (detective Vitale), Mary Steenburgen (Carol), Ene Oloja (Josai), Luis Da Silva Jr. (Lee), Blaze Foster (Cash), Rafael Sardina (Reed), Jane Adams (Nicole).Guión: Roderick Taylor, Bruce A. Taylor y Cynthia Mort; basado en un argumento de Roderick Taylor y Bruce A. Taylor.Producción: Joel Silver y Susan Downey.Música: Dario Marianelli.Fotografía: Philippe Rousselot.Montaje: Tony Lawson.Diseño de producción: Kristi Zea.Vestuario: Catherine Marie Thomas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy de acuerdo con su tesis. Muchas veces habremos pensado en traspasar la línea y nos hemos frenado (por suerte)

Anónimo dijo...

Creo que si existe un lugar donde me atrevería a cruzar la línea ése sería USA. ¿Por qué? ¿Dónde es más fácil comprar un arma? Y también lo tengo claro, no iría de justiciera limpiabarrios como Jodie, yo me iría directamente a cargarme a los que me hicieron daño no como hace ella durante la peli, qué oh casualidad! se los encuentra al final, después de que ya tiene prácica cargándose a "basura indeable". A pesar de "ésto", peli bastante entretenida. Tendré mucho cuidado en el metro si algún día voy a Nueva York.