LA CRUCIFIXIÓN DE LOS HÉROES
Para empezar habrá que asegurar que “Gran Torino” (2009) de Clint Eastwood es uno de los filmes más impresionantes de los últimos tiempos. Y no solo eso, hablamos de un filme destacadísimo dentro de la extensa y apasionante filmografía de su autor. Y esto es mucho decir. Ni más ni menos.
A continuación será necesario y hasta vital tener en cuenta los siguientes cinco puntos para poder degustar este filme:
1- Los héroes de nuestra modernidad conocen el envejecimiento, el cansancio, el hastío y la muerte. No son invencibles ni quieren serlo. Clint Eastwood se pone, tal vez por última vez, delante de la cámara para hechizarnos con su rostro curtido por el tiempo. Su personaje tiene complejidad, vida y recuerdos. Hace reír y llorar. Es como la vida misma. A sus espaldas, todo un background esplendoroso que nos remite a las heridas bélicas del siglo XX. El héroe agota su existencia. Gloria a los nuevos héroes. Envejecer es una opción en la vida y en la ficción.
2- Eastwood es el último clásico vivo y sin embargo, cada filme que nos brinda es más moderno. La cámara se mueve con soltura, la caligrafía, siendo concisa, es de trazo cuidadoso. La puesta en escena y el guión son tremendamente emocionantes, encerrando cada uno de ellos una riqueza de símbolos (sobre todo religiosos) totalmente inauditos.
3- Aquel que una vez encarnó a “Harry el Sucio” ha cambiado (¿más a la izquierda?) ideológicamente. El choque de civilizaciones propio de tiempos políticos más oscuros ha dado paso al entendimiento y la tolerancia intercultural. Eastwood exalta la diversidad norteamericana como ventaja y no como inconveniente. En la América de Obama los héroes gozan de un código ético absolutamente pulcro. Tanto, que la propia inmolación es insignificante. El “ojo por ojo” está descartado. El fascismo callejero de “Harry el Sucio” ha muerto.
4- El cine moderno ahonda, cada vez más intensamente, en las limitaciones del relato y la debilidad de las narraciones. Eastwood va a contracorriente. Sigue contando historias de gran calado humano. Enarbola la bandera implacable de un país que aún no ha superado los fantasmas de su pasado. Eastwood es el cronista y el adalid de todas las guerras y atrocidades, de las cicatrices y los traumas del Imperio más poderoso de todos los tiempos.
5-Y al fin, con todo su encanto, Eastwood vuelca el tarro emocional de las esencias en medio de los paisajes americanos, ya sea el páramo o el barrio, los coches antiguos o los bares. América está más viva que nunca. La bandera ondea orgullosa en muchos de los planos. No es patriotismo vacío. Es simple y llanamente orgullo de pertenencia. “Gran Torino” lo muestra sin recelos. El profundo vínculo del hombre con todas sus creencias en el crepúsculo de su vida. El amor incondicional a un colectivo y a un proyecto común de país. Todos con los mismos sueños e ilusiones. Poco importa el color de la piel o el Dios al que se le rezan las oraciones.
FICHA TÉCNICA:
Para empezar habrá que asegurar que “Gran Torino” (2009) de Clint Eastwood es uno de los filmes más impresionantes de los últimos tiempos. Y no solo eso, hablamos de un filme destacadísimo dentro de la extensa y apasionante filmografía de su autor. Y esto es mucho decir. Ni más ni menos.
A continuación será necesario y hasta vital tener en cuenta los siguientes cinco puntos para poder degustar este filme:
1- Los héroes de nuestra modernidad conocen el envejecimiento, el cansancio, el hastío y la muerte. No son invencibles ni quieren serlo. Clint Eastwood se pone, tal vez por última vez, delante de la cámara para hechizarnos con su rostro curtido por el tiempo. Su personaje tiene complejidad, vida y recuerdos. Hace reír y llorar. Es como la vida misma. A sus espaldas, todo un background esplendoroso que nos remite a las heridas bélicas del siglo XX. El héroe agota su existencia. Gloria a los nuevos héroes. Envejecer es una opción en la vida y en la ficción.
2- Eastwood es el último clásico vivo y sin embargo, cada filme que nos brinda es más moderno. La cámara se mueve con soltura, la caligrafía, siendo concisa, es de trazo cuidadoso. La puesta en escena y el guión son tremendamente emocionantes, encerrando cada uno de ellos una riqueza de símbolos (sobre todo religiosos) totalmente inauditos.
3- Aquel que una vez encarnó a “Harry el Sucio” ha cambiado (¿más a la izquierda?) ideológicamente. El choque de civilizaciones propio de tiempos políticos más oscuros ha dado paso al entendimiento y la tolerancia intercultural. Eastwood exalta la diversidad norteamericana como ventaja y no como inconveniente. En la América de Obama los héroes gozan de un código ético absolutamente pulcro. Tanto, que la propia inmolación es insignificante. El “ojo por ojo” está descartado. El fascismo callejero de “Harry el Sucio” ha muerto.
4- El cine moderno ahonda, cada vez más intensamente, en las limitaciones del relato y la debilidad de las narraciones. Eastwood va a contracorriente. Sigue contando historias de gran calado humano. Enarbola la bandera implacable de un país que aún no ha superado los fantasmas de su pasado. Eastwood es el cronista y el adalid de todas las guerras y atrocidades, de las cicatrices y los traumas del Imperio más poderoso de todos los tiempos.
5-Y al fin, con todo su encanto, Eastwood vuelca el tarro emocional de las esencias en medio de los paisajes americanos, ya sea el páramo o el barrio, los coches antiguos o los bares. América está más viva que nunca. La bandera ondea orgullosa en muchos de los planos. No es patriotismo vacío. Es simple y llanamente orgullo de pertenencia. “Gran Torino” lo muestra sin recelos. El profundo vínculo del hombre con todas sus creencias en el crepúsculo de su vida. El amor incondicional a un colectivo y a un proyecto común de país. Todos con los mismos sueños e ilusiones. Poco importa el color de la piel o el Dios al que se le rezan las oraciones.
FICHA TÉCNICA:
Dirección: Clint Eastwood. País: USA. Año: 2008. Duración: 116 min. Género: Drama.Interpretación: Clint Eastwood (Walt Kowalski), Christopher Carley (padre Janovich), Bee Vang (Thao), Ahney Her (Sue), Brian Haley (Mitch), Geraldine Hughes (Karen), Dreama Walker (Ashley), Brian Howe (Steve), John Carroll Lynch (Martin), William Hill (Tim Kennedy), Brooke Chia Thao (Vu).Guión: Nick Schenk; basado en un argumento de David Johannson y Nick Schenk.Producción: Clint Eastwood, Robert Lorenz y Bill Gerber.Música: Kyle Eastwood y Michael Stevens.Fotografía: Tom Stern.Montaje: Joel Cox y Gary D. Roach.Diseño de producción: James J. Murakami.Vestuario: Deborah Hopper.
6 comentarios:
una obra maestra, estoy de acuerdo
esto hay que verlo ya
Me ha encantado como has desgranado la crítica. Lo de los puntos me ha parecido un acierto y estoy completamente deacuerdo con ellos. Una obra maestra la película y una obra maestra la crítica. Te tendré que recomendar para crítico en Cahiers du Cinema. Sigue así.
¡Qué ganas de verla!
realmente. Es magnifica y me sumo a la posibilidad de leerle en cualquiera de los medios . Hay tanta mediocridad que una se. Asusta
una leyenda más
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