
Decía Charles Dickens que "el recuerdo, como la vela, brilla más en Navidad". ¡Cuánta razón! Afloran los recuerdos, resurge la nostalgia inconsciente. Por momentos, lo que fue retorna al momento presente como una realidad indiscutible:
Montar el viejo árbol de navidad (aún se conserva).
La mesa de la cocina rebosando de truchas hechas por mi padre.
Insomnio navideño esperando a Santa Claus.
Pasteles de carne y Roscón de Reyes.
Millo en los zapatos y tazón de agua para los camellos de los Reyes.
La ilusión que se retuerce dentro de mí al sonar el timbre.
La llegada del pariente lejano en medio de la cena.
Mañana de Reyes, risas de niño.
El abrazo eterno de mis padres a medianoche.
Deseos y presagios futuros para los que te rodean y para tí.
La sensación de que es una Navidad más y una menos pero que hay que vivir todas las que se puedan.
Melancolía nocturna, luces y bullicio.
¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad!
¿N0 recuerdas que es Navidad? Ni todas las desdichas del mundo podrían cambiar eso.
1 comentario:
¿He llegado tarde? Parece que no si leo estas líneas. Amén al recuerdo y felices fiestas.
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