SOLOS EN EL MUNDO
El filme de John Hillcoat "La carretera" (2009), tiene una virtud enorme que es, a la vez, un defecto indudable: estar basado en el libro del mismo título escrito por el norteamericano Cormac McCarthy. Dicha obra pasa por ser uno de los libros más poderosos de la contemporaneidad. McCarthy hace gala en sus páginas de una lucidez inusitada, de una habilidad para expresar el horror sin contemplaciones. De transmitir certeramente la ternura y la emoción de las relaciones humanas en medio del desastre. Es un escritor diferente, un tipo duro y sin concesiones dispuesto a ganarse nuestras mentes y corazones. Es por eso, que siendo este filme una obra estimable, no puede competir con el universo literario del que procede.
El filme de John Hillcoat "La carretera" (2009), tiene una virtud enorme que es, a la vez, un defecto indudable: estar basado en el libro del mismo título escrito por el norteamericano Cormac McCarthy. Dicha obra pasa por ser uno de los libros más poderosos de la contemporaneidad. McCarthy hace gala en sus páginas de una lucidez inusitada, de una habilidad para expresar el horror sin contemplaciones. De transmitir certeramente la ternura y la emoción de las relaciones humanas en medio del desastre. Es un escritor diferente, un tipo duro y sin concesiones dispuesto a ganarse nuestras mentes y corazones. Es por eso, que siendo este filme una obra estimable, no puede competir con el universo literario del que procede.
Sin embargo, la pesadilla apocalítptica que un padre y su hijo viven en un mundo hecho cenizas (desconocemos la causa aunque ésta no tiene menor importancia) poblado de supervivientes que vagan por él, aunque no alcance al libro oríginal, tiene sugerentes lecturas y reflexiones sobre el tiempo histórico en que vivimos. ¿Es lícito y ético sobrevivir hasta el final en un mundo sin esperanza que se encamina hacia su aniquilación? ¿De qué sirve la memoria cuando no hay presente ni futuro? ¿Cómo mantener aquello que un día te definió como ser civilizado si no hay leyes, ni comida, ni sociedad, ni prójimo, ni nada? Estas preguntas y otras muchas que se podrían formular conforman un atráctivo fresco en el que transita "La carretera". Una cosa es segura, más allá de las conclusiones a las que podamos llegar o juicios que podamos establecer, cualquier conlusión estará impregnada de dudas, incertidumbre y polémica.
Cinematograficamente, para hacernos verosimil este mundo medio muerto, Hillcoat apuesta por ser lo más fiel a las letras posible. Es muy literal, a veces demasiado. Desde el guión a la narratividad (hecha de retazos o fogonazos muy dramáticos). Aunque hay que decir que su apuesta estética es bastante acertada (mención significativa para la excepcional fotografía de Javier Aguirresarobe). Los actores están inspirados (tanto el niño Kodi Smit-McPhee como el siempre convincente Viggo Mortensen).
Si en la novela de McCarthy todas las convenciones del mundo se vienen abajo, en la película de Hillcoat pasa lo mismo, pero en un grado más suave y más superficial. Y a pesar de todo, pensar en que tal vez podamos vivir esa pesadilla es algo claustrofóbico. Irresistible. Al final, muy al final, pese a la desolación, la luz (o el fuego interior) de los hombres sueña y lucha por imponerse en medio de la oscuridad eterna. Y allí donde la humanidad perpetúe su razón y afecto y los niños lleven su esencia, habrá de germinar algo que merecerá la pena.
FICHA TÉCNICA:
Título original: The road. Dirección: John Hillcoat. País: USA. Año: 2009. Duración: 108 min. Género: Drama, suspense. Interpretación: Viggo Mortensen (hombre), Kodi Smit-McPhee (chico), Robert Duvall (anciano), Guy Pearce (veterano), Charlize Theron (esposa), Garret Dillahunt (miembro de la banda), Molly Parker (mujer maternal), Michael Kenneth Williams (ladrón). Guión: Joe Penhall; basado en la novela “La carretera” de Cormac McCarthy. Producción: Nick Wechsler, Paula Mae Schwartz y Steve Schwartz. Música: Nick Cave y Warren Ellis. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Montaje: Jon Gregory. Diseño de producción: Chris Kennedy. Vestuario: Margot Wilson.
1 comentario:
gran libro
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