Tres apuntes para una semana infernal

1-Las medidas del gobierno suponen un castigo a los trabajadores de clase media. La crisis, como no podía ser de otra manera, la pagan los de siempre. ¿Es esta la mejor forma de afrontar estos tiempos? ¿Es ésta la formula ideal? ¿Que los grandes capitales y empresarios, que los bancos, no arrimen el hombro en la proporción adecuada? En los tiempos del "pensamiento débil" (Gianni Vattimo dixit) lo que hoy es blanco, mañana será negro. Tres cosas parecen seguras: el presidente Zapatero está acabado como político, el socialismo español afronta una crisis profunda de identidad que puede alargarse largo tiempo, y por supuesto, España inicia una "huida hacia adelante" que puede desembocar en la quiebra absoluta de la Paz Social y la desintegración del Estado del Bienestar. El drama está servido.

2-Ignacio Fernández Toxo, Secretario General de CCOO: "Zapatero se ha rendido a la lógica del liberalismo más rancio y ha cargado contra los de siempre; ni siquiera ha sido capaz de recuperar tributos como el impuesto de patrimonio o el de sociedades que con irresponsable frivolidad enterró en su primer mandato. Por supuesto sigue sin atreverse a poner en marcha una ambiciosa reforma fiscal para que las rentas tributen de forma más justa" (EL PAÏS 13/5/2010). Eso lo sabe todo el mundo aunque hay gente que suele reaccionar mal y tarde. Si los sindicatos quieren ser significativos y no cooperar con estas injusticias, tendrán que tomar decisiones. Hoy mejor que mañana.

3-El Papa Benedicto XVI en Portugal: "el perdón no sustituye a la justicia" (El País 11/05/2010). Las altas jerarquís eclesiásticas han visto la luz y de repente, se han situado en el siglo XXI. ¿Será sincero? Pienso ahora en Graham Greene y en su fabulosa novela "El poder y la gloria". El personaje, un sacerdote atormentado, dice para sí mismo: "¿Qué utilidad tiene la confesión cuando uno ama el fruto de su crimen?". ¿La Literatura es vida? En este caso será mejor pensar que no.