25 agosto 2010

Howth: las focas miran al ojo de Irlanda






Dublín, 12 de agosto de 2010



Querido Amigo:

Hoy hemos estado en la localidad costera de Howth. Está muy próxima a Dublín y es como una especie de península que sobresale en el mar de Irlanda. Resulta obvio decir que es una localidad de pocos habitantes, la mayoría gente de sobrada capacidad económica, que ha decidido alejarse del mundanal ruido de la capital. Ahora bien, su hospitalidad es tremenda y se ve que están acostumbrados a recibir visitantes sobre todo en esta época del año en el que el clima es más bondadoso.
Lo primero que hemos hecho nada más bajarnos del tren de cercanías (el famoso DART) ha sido ir al puerto e impregnarnos de la vista maravillosa hacia los islotes. Uno de ellos es el denominado "ojo de Irlanda"y que alberga muchas especies de aves. Además, desde este lugar puede divisarse la imponente torre Martello, desde donde comienza la epopeya que había de romper las barreras de la novela clásica: “Ulises” de James Joyce. Imagínate nuestra sorpresa cuando, de repente, nos han asaltado varias focas implorando (como en una especie de resoplido) algo de alimento. Ver este tipo de animales tan de cerca me ha impresionado bastante. Es un aspecto más de la vida que trasciende la teoría para convertirse en algo absolutamente real. Y te lo digo en serio, faltó solo acariciarlas para culminar lo que parecía un hilarante documental de National Geographic.
Después de ese emocionante encuentro nos hemos repuesto y hemos subido la colina desde la que divisar toda la península. No ha sido una tarea sencilla pues hemos tenido que recorrer al menos 6 Km. de senderos no muy bien señalizados y con unos considerables porcentajes de desnivel. Desde la cumbre soplaba el viento indomable agitando toda la vegetación a su paso, ves el mundo desde una posición insólita, es más pequeño pero también hermoso y tranquilo. Casi da vértigo pues vas girando 180 grados en torno a ti y ves Howth en toda su extensión. Desde la ciudad hasta los faros. Desde el ojo de Irlanda a las playas. Cada sendero y cada roca. Es el fin del mundo, el filo del abismo, stop, finisterre, se acaba el suelo y empieza el mar. Se confunden dos reinos. Yo en medio.
Para volver a la estación hemos tenido que recorrer otro sendero de 8 Km. deteniéndonos en la espesura de los helechos, de las flores, de las espigas de cereal. Haciéndonos fotos en cada encuadre atractivo, en cada punto de vista curioso, tratando de lograr la foto perfecta. La que defina mejor todos los colores y texturas de aquel lugar. La que explique mejor en el futuro cómo nos sentíamos en aquel tiempo. No sé si lo hemos conseguido, ya verás las fotos.
De momento me despido, mañana nos vamos hacia Irlanda del Norte. La próxima carta te la enviaré desde allí. Deseo que estés bien.
Un abrazo

JOSEPH SILVERMAN



5 comentarios:

Anónimo dijo...

uaaaaaaaaauuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!
inspiradísimo!!!!!!!!!

Gloria dijo...

Greetings from LA

Anónimo dijo...

Yo también he tenido la suerte de disfrutar estos días de la compañía de las focas mientras nos bañábamos en la playa. Un momento mágico. Todo un regalo.

Diebelz dijo...

Impresiones que trascienden las propias palabras, anclan los anhelos de perderse en esos rincones desde los cuales arriban estas cartas...¡Genial!

Running is Life dijo...

Antes que nada GRACIAS a todos. Estas cartas son solo el reflejo de lo vivido y si solo pudiera transmitiros una leve sensación de lo que yo sentí... pués MISIÓN CUMPLIDA!!!! Gracias again