Tristemente
me dirás
me dijiste
adios otra vez
hasta luego
hasta siempre
hasta nunca
hasta el día en que nos conocimos.
Y en aquel día
volverás
volviste
despidiéndote,
siempre
en un infinito replay
en un fulgurante flash-back
en una hilacha de memoria
que no se cae
que parece inerte.
Quién hubiera apostado por una jornada histórica
por un día importante
cuando viniste
cuando vengas de nuevo
y te largues sin avisar.
me dirás
me dijiste
adios otra vez
hasta luego
hasta siempre
hasta nunca
hasta el día en que nos conocimos.
Y en aquel día
volverás
volviste
despidiéndote,
siempre
en un infinito replay
en un fulgurante flash-back
en una hilacha de memoria
que no se cae
que parece inerte.
Quién hubiera apostado por una jornada histórica
por un día importante
cuando viniste
cuando vengas de nuevo
y te largues sin avisar.
Y te fuiste
entonces supe
que las veladas vitales
solo se reconocen
en la perspectiva de la Historia
y los márgenes alejados
del futuro.
Hasta el día que nos conocimos
es el principio
presente
que suena a porvenir
y sin embargo,
es lo intangible vivido
o no vivido
(quizás inventado)
que no huirá jamás.
Hasta el día que nos conocimos
es el dolor inaguantable
de lo imposible
las probabilidades que se abandonan
a la deriva.
que no huirá jamás.
Hasta el día que nos conocimos
es el dolor inaguantable
de lo imposible
las probabilidades que se abandonan
a la deriva.
4 comentarios:
la celebración de lo que no ha ocurrido quizás????
pese a todo chapeau!!!!
Notable reflexión. Me recuerda cosas que quizás he soñado pero que en realidad nunca han sucedido. La vida en el fondo son un puñado de probabilidades... en eso tienes razón
Muy triste
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