29 agosto 2006

CÓMICS: Sobre "Serpientes y Escaleras"


REFLEXIONES TRASCENDENTALES




TÍTULO: Serpientes y Escaleras. AUTORES: Alan Moore y Eddie Campbell. AÑO: 2005 (publicado originalmente en Reino Unido y EEUU en 2001). EDITORIAL: Recerca editorial y Aleta ediciones. PÁGINAS: 82. PRECIO: 9,50 €.


Con cierta frecuencia el mercado editorial en castellano nos deleita aunque sea con retraso, con la publicación de obras realmente relevantes. Algunas de ellas son acogidas entre los lectores con gran sorpresa y también con disparidad de criterios. Tal es el caso de la última colaboración de Alan Moore (Inglaterra, 1953) y Eddie Campbell (Escocia, 1955) tras la soberbia y casi faraónica novela gráfica “From Hell” (2000). Si el primero se puede considerar, casi sin ningún género de duda, como uno de los más grandes creadores vivos del Noveno Arte; el segundo, a buen seguro, se ha situado (si no lo estaba ya) con esta obra, como un ilustrador único capaz de mostrar los más diversos registros.
“Serpientes y Escaleras” no es un Cómic en el sentido literal del término. Fue concebido por Moore como una performance representada en Conway Hall, en Red Lion Square en 1999. Está inspirada en un antiguo juego hindú que trata de representar el recorrido de la vida hasta alcanzar el cielo. De esta manera, las escaleras simbolizarían los actos buenos que nos harían acortar el camino hacia la meta. Y por el contrario, las serpientes serían la representación de la maldad que nos condenaría a la reencarnación en seres inferiores. A partir de ahí, los autores establecen unas líneas de contenido realmente fascinantes. Moore entremezcla ciencia, magia, realidad y ficción en el contexto romántico de la Inglaterra Victoriana (periodo éste que dominan a la perfección y que tan bien supieron representar en la ya citada “From Hell”).
Es significativa la utilización de personajes reales de ese momento como el escritor Arthur Machen, el científico Francis Crick y el propio Oliver Cromwell. Se va tejiendo un tapiz, sobre todo en torno al primero de ellos (personaje-eje de la obra). La vida de estas personas, y de otros que van apareciendo, son fogonazos de intimidad y trascendencia que los acercan a mundos mágicos paralelos. Pese a que son personajes históricos; para Moore, son simplemente fichas en el tablero del recorrido existencial de “Serpientes y Escaleras”.
Todo esto no sería posible sin la ilustración genial de Eddie Campbell. Éste, bascula del dibujo sencillo, más abocetado, hacia un expresionismo exacerbado de tonalidades y trazos inconclusos. Es una ilustración cercana a los grabados al aguafuerte o las monotipias. Figuras y fondos que se diluyen en una agitación vital en torno al texto que las acompaña. Y no solo eso, Campbell da un paso más, utilizando con buen criterio las pinturas prerrafaelitas que cita Moore (son de destacar los lienzos de Dante Gabriel Rosetti, John Millais y Edward Burne-Jones entre otros) como fondos de página o como apéndice de sus dibujos. Usa también, sin complejos, la fotografía, los fotomontajes y los collages. Todo esto otorga al conjunto una atmósfera trágica, turbulenta e irreal.
En justo decir que estamos ante una obra sorprendente, tanto por su contenido literario como por su sentido estético. Como decíamos al inicio, no es un cómic al uso. Carece de un sentido narrativo clásico y su secuencialidad es mínima. Probablemente estas características no sean importantes, porque la obra ahonda en el intimismo y el anhelo espiritual. El objetivo de las ilustraciones es enfatizar la fuerza que ya de por si posee el texto. Así pues, Moore y Campbell nos deleitan con una reflexión exquisita sobre la dura existencia de los hombres, de la predominancia de lo sobrenatural y lo mágico sobre la condición humana, de la perfección y la belleza del arte en contraposición a la realidad, y del origen y los arquetipos que originan las historias de ficción. En definitiva, son contadas las ocasiones en que se encuentran temas tan trascendentales en este medio, y cada vez menos los autores que se erigen, tal es este caso, en estandartes del Cómic-Arte más puro.
PARA RECORDAR:
LO BUENO: es un goce para los sentidos.
LO MALO: la posibilidad de que no se repitan experiencias como ésta.
LA CITA: “La materia alcanza conciencia y después es consciente de que es consciente, consciente de su mente” (p.35). [El filosofo Moore en estado de gracia]
LA VIÑETA: macroviñeta (p.27) en la que se pueden ver en la parte superior a Arthur Machen llorando a su esposa moribunda y a ésta misma. Debajo de estas imágenes, el gigantesco tablero de serpientes y escaleras. [La futilidad de la existencia humana frente a los designios de lo divino]
EL HOMENAJE: la pequeña viñeta de “Little Nemo” del maestro Windsor Mccay (p.31).

1 comentario:

Running is Life dijo...

Pienso que es una obra realmente significativa. También algo conflictiva. Pero el "Arte será convulso o no será".