21 septiembre 2006

GIANNI AMELIO: Un cine de Odiseas Humanas y Búsquedas Existenciales





Bastará decir, ya de entrada, que solamente mirando la filmografía de Gianni Amelio (Catanzaro, 1945) nos encontramos ante uno de los cineastas vivos más importantes del mundo. A día de hoy, eso es mucho.
La grandeza de su obra no reside en un gran virtuosismo de la imagen, sino en su capacidad para dotar de valores humanos a sus historias y personajes. Subyace en sus filmes una vibrante fuerza vital, una increible voluntad de superar la adversidad. El propio cineasta, al presentar la que hasta la fecha es su última (y exquisita) película "La estrella que falta" (2006) aseguraba que "la mía es la historia eterna de la necesidad de vivir, de no darse por vencido". Esa es una virtud indiscutible.
Otra característica que impregna una filmografía, que si bien no es extensa tampoco es corta, es el estudio y disección del concepto de Viaje. El viaje como metáfora existencial de la vida, el viaje como movimiento indispensable de transformación, de evolución, de cambio. Recorrer distancias buscando respuestas importantes, comprender la complejidad y diversidad de la vida a través del movimiento y del simple hechizo de la imágen cinematográfica.
Como creador y cineasta de corte humanista, Amelio es capaz de reflejar en sus filmes la realidad de conflictos humanos eternos (el amor, el desarraigo, la inmigración, el paro, etc.) con emoción y sensibilidad aunque sin alejarse del realismo que le caracteriza. No en vano, su cine está directamente conectado con la más sublime tradición cinematográfica italiana (véase el movimiento neorrealista sobre todo de De Sica, Rossellini y Visconti).
Así lo demuestra una filmografía, en la cual es díficil encontrar algo que podamos calificar como prescindible o indiferente. Desde "Golpe al corazón" (1983), célebre debut que contaba las relaciones entre un padre y su hijo bajo la sombra del terrorismo radical. O la más reciente "Las llaves de casa" (2004), emocionante visión sobre las vivencias de un minusvalido físico y psíquico al encontrarse con su padre 15 años después de que éste le abandonara. Por no hablar de tres filmes maravillosos: "Así reían"(1998), crónica realista sobre la inmigración de dos hermanos en la primera mitad del siglo XX desde el sur pobre de Italia al rico norte industrializado. "Lamerica"(1994), amarga obra maestra sobre un jóven italiano que queda atrapado en Albania en plena crisis de aquel país, y cuyo unico modo de regresar a su Italia natal es como un inmigrante ilegal. Y finalmente, "Niños robados" (1992), seguramente su obra maestra más redonda y uno de los filmes emblemáticos del reciente cine italiano y europeo. Se cuentan los viajes por toda Italia de un carabiniero (soberbiamente interpretado por Enrico Lo Verso, al igual que los dos anteriores filmes) con dos niños buscando a los familiares de éstos. Imprescindible y emocionante.
En conclusión, y sin que sirva de precedente, el cine de Gianni Amelio, pese al reconocimiento de la crítica y los premios de los festivales, merece extenderse hacia la aprobación y complicidad de un público más amplio, capaz de entender las inquietudes temáticas y estéticas de este gran director. Todo ello además, con la sensibilidad y el espíritu crítico que caracteriza el mejor cine. Démosle una oportunidad y no nos arrepentiremos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Le daré una oportunidad, si usted lo recomienda...