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BOXEADOR REDIMIDO
En el arte cinematográfico, lo que en manos de unos aprendices puede ser un pseudo-filme insustancial, en las sabias manos de un cineasta y actores experimentados e inspirados puede ser una pelicula al menos notable. Es el caso de este célebre (en su día) biopic sobre el boxeador Rocky Graziano: "Marcado por el odio" (1956). A mayor gloria del director Robert Wise, éste quizás sea uno de sus títulos más triviales de entre una filmografía absolutamente única. Sin olvidar que también significó el reconocimiento total del público hacia Paul Newman (soberbio como siempre dicho queda).
Dividida en dos partes bien diferenciadas, la primera cuenta con unos elementos dramáticos y narrativos en los que se cuenta la infancia y juventud del boxeador. Muy significativo es el énfasis que se hace sobre la condición social humilde del protagonista y el análisis pormenorizado del entorno que se muestra. Todo gracias a un montaje magistral de pulso veloz y firme en el que la ciudad y las escenas urbanas son protagonistas preferenciales. Por momentos, Wise, uno de los clásicos norteamericanos por antonomasia, se muestra como un creador moderno, casi de la Nouvelle Vague, casi un Truffaut o un Godard en sus inicios.
Sin embargo, la sensación es pasajera y no pasa de ser un espejismo. Porque en su segunda parte se ahonda en las andanzas del Graziano que comienza en el boxeo para llegar a ser campeón de los Pesos Medios. Se trata de un retrato en exceso descriptivo, con una carencia importante de elementos dramáticos tratando de transmitir una biografía idealizada de corte optimista (se pasa de puntillas por los devaneos y conflictos de Graziano con la mafia). A saber, la historia del jóven delincuente salido de las ciénagas de la sociedad, con una familia desestructurada, vagando por reformatorios y carceles sin un objetivo claro en la vida. Finalmente toma conciencia que todo ese odio acumulado, si se canaliza debidamente, solo podrá reportarle éxitos en el ring. Y es así, porque Wise se encarga de narrar un ascenso social, de que el boxeo sea una metáfora de la vida: cualquiera puede triunfar en la tierra de las oportunidades si se lo propone. Ante una trama tan cándida e ingenua solo mantienen el nivel Paul Newman y la tan enigmática como maravillosa Pier Angeli.
En fin, un filme interesante arqueológicamente hablando pero lejos de la calidad de otros títulos del Pugilato cinematográfico con discursos más corrosivos e imágenes más transgresoras como "Cuerpo y alma " (1947) de Robert Rossen o "Toro Salvaje"(1980) de Martin Scorsese, por citar dos ejemplos al azar, que han marcado este fecundo subgenero y al propio cine por toda la eternidad.
FICHA TÉCNICA:
Título Oríginal:
Somebody Up There Likes Me
Año:
1956
Duración:
113 min.
Director:
Robert Wise
Guión:
Ernest Lehman
Música:
Bronislau Kaper
Fotografía:
Joseph Ruttenberg (B&W)
Reparto:
Paul Newman, Pier Angeli, Everett Sloane, Steve McQueen, Sal Mineo, Eileen Heckart, Robert Loggia, Harold J. Stone
Somebody Up There Likes Me
Año:
1956
Duración:
113 min.
Director:
Robert Wise
Guión:
Ernest Lehman
Música:
Bronislau Kaper
Fotografía:
Joseph Ruttenberg (B&W)
Reparto:
Paul Newman, Pier Angeli, Everett Sloane, Steve McQueen, Sal Mineo, Eileen Heckart, Robert Loggia, Harold J. Stone
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