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CRÓNICAS DEL REFORMATORIO
Título Original:
Mery per sempre
Año:
1989
Duración:
102 min.
Director:
Marco Risi
Guión:
Aurelio Grimaldi, Sandro Petraglia, Stefano Rulli (Novela: Aurelio Grimaldi)
Música:
Giancarlo Bigazzi
Fotografía:
Mauro Marchetti
Reparto:
Michele Placido, Claudio Amendola, Alessandro di Sanzo, Francesco Benigno, Roberto Mariano, Alfredo li Bassi, Salvatore Termini, Matteo Mondello, Filippo Genzardi, Maurizio Prollo, Tony Sperandeo, Gianluca Favilla
Es muy díficil hoy en día ver una pelicula que se parezca a "Rejas de cristal"(1989). Se trata de un filme inigualable con muy pocas referencias contemporáneas. Tal vez habría que remontarse a grandes cineastas como el Truffaut de "Los cuatrocientos golpes" (1959) o incluso el De Sica del "Ladrón de bicicletas" (1948) o "El limpiabotas" (1946) para encontrar un retrato tan veraz y acertado sobre la marginación juvenil y sus posibilidades de reintegrarse a la sociedad. Realizada por el director Marco Risi (hijo del mítico Dino Risi) y multipremiada en diversos festivales, fue un éxito de crítica y público en Italia. Este título supuso un reencuentro del cine italiano con sus raíces ("neo") realistas y de denuncia social, pasando a ser sin ningún género de duda, uno de los títulos emblemáticos de la filmografía reciente de aquel país.
Basada en la novela autobiográfica "Mery per sempre" de Aurelio Grimaldi (co-guionista del filme), se cuentan las experiencias verídicas de este educador en un centro para menores con medidas judiciales. Se trata de un retrato muy crudo. Pero pese a la dureza de sus imágenes, supura poesía por todos sus minutos de metraje. Y la poesía es sinónimo de esperanza porque subyace el deseo consciente y honesto de humanizar al chico conflictivo, de desnudar sus tristezas e inquietudes más profundas. Bien se sabe que lo que habita en nuestras almas es con frecuencia algo maravilloso, por más que nos hayamos equivocado gravemente alguna vez.
Risi lo sabe de sobra, e hizo un filme poético, pero realista (como De Sica), en el sentido que lo que vemos es real, y que tanto los chicos protagonistas (un elenco de actores que no son actores sino auténticos "chicos de la calle") como el Profesor (fenomenal Michele Placido) no dejan de ser personas. El filme nos muestra la crueldad de estos centros, que teóricamente, tratan de reinsertar al individuo en la sociedad y que por unas razones u otras acaban logrando todo lo contrario. Se esuerza por condenar a un sistema político y social corrupto, por entender la dificultad que supone nacer en un lugar en el que faltan las necesidades más primarias (como el agua), y en el que no hay más referentes juveniles que los delincuentes y mafiosos (la película transcurre en Sicilia y no pierde la oportunidad de arremeter contra el crimen organizado de aquel lugar). Se nota que hay un conocimiento profundo del contexto, de los vericuetos y senderos del ámbito educativo y social. De la introspección que se hace sobre la vocación docente y la mentalidad de una juventud desesperanzada, de cómo se reconocen mutuamente Maestro y Aprendiz, y que pese a lo desolador del panorama, la luz habrá de brillar con fuerza en el futuro. Las cosas cambiarán, si todos juntos, cada uno en su puesto, cumplen con su compromiso de responsabilidad y justicia. Esa es la lectura.
Una película, en fin, memorable, una especie de joya secreta que siendo como es una Obra Maestra del Cine Social, solamente es conocida en un ámbito muy reducido. Fue tal su éxito, que el público demandó con insistencia una secuela sobre la vida de los chicos protagonistas fuera del centro de menores tratando de "sobrevivir" en la dura realidad. Esta continuación: "Chicos de la calle" (1990) iguala e incluso supera en algunos aspectos (sobre todo en su afán reivindicativo e inconformista) a su antecesora. Director y guionistas fueron encumbrados. Incluso el propio Aurelio Grimaldi, maestro y educador, abandonó la docencia para dedicarse al cine por completo. La educación perdió un docente genial con vocación de reforma, transgresor y revolucionario, y sin embargo ganó un escritor y un cineasta con aspiraciones pedagógicas. ¿Quién dijo que el cine no podía cambiar la vida, transformar las cosas, hacernos más felices?.
FICHA TÉCNICA:
Título Original:
Mery per sempre
Año:
1989
Duración:
102 min.
Director:
Marco Risi
Guión:
Aurelio Grimaldi, Sandro Petraglia, Stefano Rulli (Novela: Aurelio Grimaldi)
Música:
Giancarlo Bigazzi
Fotografía:
Mauro Marchetti
Reparto:
Michele Placido, Claudio Amendola, Alessandro di Sanzo, Francesco Benigno, Roberto Mariano, Alfredo li Bassi, Salvatore Termini, Matteo Mondello, Filippo Genzardi, Maurizio Prollo, Tony Sperandeo, Gianluca Favilla
11 comentarios:
UNa atractiva rareza, y eltemaparece interesante, la apuntaré en mi agenda
Eso está bien.Creo que no te arrepentirás.
Usted y sus rarezas... habrá que verla.
Muy buena....
UNa música excelente resaltandoesa poesia de la que habla usted
Tante Grazie
Bravo, cómo no está usted en alguna publicación donde más personas puedan tener el placer de leerle. Para cuándo su fichaje en la prensa?
Doris y un servidor queremos seguir viviendo entre sus rejas cinéfilas Señor Silverman...Apuntada y "emulándose"
Lo celebro, creo que no se arrepentirá. ES más, verla supondrá una experiencia absolutamente fascinante.
Qué buena la crítica. Estoy encantada después de haber leído algo como esto de esta peli. Tú sabes que la he visto y también creo que es "especial". El maestro, soberbio, como usted, Silverman
Jejejeje
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