Cinema Revival (XXIV): Betty Blue (1985)

VORACIDAD SEXUAL , SUSTENTO INTELECTUAL

El amor llega frecuentemente sin avisar. A veces, ese amor nos inspira de tal manera, y es tal su intensidad, que la diferencia entre la vida y la muerte es imperceptible. Así, el cuerpo y la silueta que adoramos, el calor que anhelamos encontrar en el "otro" es el motor necesario y la motivación vital para poder hacer aquellas cosas que en otras circunstancias no podríamos.

De eso trata "Betty Blue" (1985) de Jean Jacques Beineix: de cómo una mujer puede transformarlo todo. Zorg es un escritor frustrado, incapaz de escribir tres palabras seguidas. Malvive haciendo chapuzas. Un día conoce a Betty y su vida gira radicalmente. Pero Betty es inestable, feliz un día y deprimida al siguiente. Exultante y triste, alberga en su precioso cuerpo toda la dicha y la desdicha del mundo. Betty está literalmente loca. Y sin embargo, representa el placer y el hogar, el fuego y la calma que Zorg siempre deseó. El sueño culminado de una vida.

Se trata de un fime que parte de premisas extremas para representar esta historia de "amour fou". A saber, lo radicalmente atractiva y deseable que es la locura y en especial la mujer demente. Y cómo una relación sexual plena puede servir de sustento y guía para un intelectual perdido. Beineix exhalta la inestabilidad emocional como soporte poético de su carrusel de imágenes, a veces inconexas e irregulares, y otras absolutamente asombrosas.

Si, "Betty Blue" no es una obra maestra. Pero eleva el cine a categoría de arte. Hubiera sido muy sencillo seguir los derroteros habituales de los amantes que, buscando su lugar en el mundo, terminan siendo víctimas de la presión social (Nicholas Ray como parádigma siempre). Y aunque Beineix sucumbe a ciertas convenciones del subgénero, su unica intención es la de que el entramado estético prime sobre la narración. Es decir, "Betty Blue" por momentos muestra el tedio y transgrede la narratividad en detrimento de la belleza visual de sus imágenes. Tienen mucho que ver la fotografía magistral de Jean-Francois Robin y la inspirada partitura de Gabriel Yared.

"Betty Blue" es, seguramente, poesía cinematográfica. Su aliento de amor suicida resurge en muchas de sus escenas. Beineix, desde la concepción kitsch de su cine, entiende que el hombre puede llegar a amar con tanta intensidad y frenesí, que solo la muerte del amante puede calmar el fuego interior que ahoga al individuo.

FICHA TÉCNICA:

Director : Jean-Jacques Beineix Guión : Jean-Jacques Beineix Fotografía : Jean-François Robin Música Original : Gabriel Yared Montaje : Monique Prim Sonido : Pierre Befve, Dominique Hennequin Dirección Producción : Volker Lemke Producción : Claudie Ossard, Jean-Jacques Beineix Intérpretes : Jean-Hughes Anglade, Beatrice Dalle, Philippe Djan, Gerard Darmon, Consuelo de Haviland, Clementine Celarié, Jacques Mathou, Vincent Lindon, Catherine D'At, Claude Aufaure, Louis Bellanti, Dominique Besnehard, Raoul Billerey, Nataly Dalian, Nicolas Jalowyj, Andre Julien, Daniel Millot, Marthe Moudiki-Moreau, Bernard Robin, Claude Confortes, Philippe Laudenbach, Leonie Berthuit, Frederic Caratini, Raymond Julien, Jacky Galibert.