PECKINPAH EN LOS BOSQUES DE EUSKADI
Si “Perros de paja” (1970) de Sam Peckinpah es un filme esencial para comprender los resortes implícitos que ante una situación límite desembocan en una conducta violenta, entonces “Bosque de sombras” (2007) de Koldo Serra es la revisión sentida de unos resortes y de unas situaciones que no por ya visionadas resultan menos espeluznantes. Y es que Serra mira al gran cineasta norteamericano desde la confección de los títulos de crédito. Y no es, para ser sinceros, un defecto dentro del conjunto de su puesta de largo en el largometraje.
La horripilante experiencia de dos matrimonios británicos que pasan unas vacaciones en una zona rural y apartada de Euskadi, el conflicto con los lugareños y la presencia de una niña que no es lo que parece, suponen un relato atractivo en forma de western rural para revisar las claves de un cine de género. Es un filme absolutamente aterrador sobre cómo la violencia aliena al individuo, cómo en un momento determinado la vida se reduce a la mera supervivencia en el que solamente hay cazadores y presas y nunca queda claro quién es quién. Serra reflexiona con acierto en el conflicto y la discrepancia profunda de un tema intemporal del western: la irrupción del forastero en una comunidad cerrada cuyos estrictos códigos y forma de vida pueden resultar incomprensibles fuera de la misma.
Habrá que convenir en que estamos ante un filme significativo, que a pesar de tener referencias tan claras, posee sus propias virtudes. Bien realizado, con un montaje de ritmo frenético, tenso y unos actores inspirados (sobre todo Gary Oldman). Es capaz de transmitir peligrosamente al espectador la angustia mediante un uso racional del tiempo cinematográfico. Es capaz de hacernos sentir, casi inconscientemente, que para seguir respirando hasta el próximo amanecer tengamos que actuar con una ira descarnada y visceral.
¿Defectos?, mirar demasiado a Peckinpah, desde la estética al intelecto y desde la inquietud al frenesí. Lo más apabullante (y quizás más complicado de imitar) es que lo más radical de “Perros de paja” no se veía. Aparecía espontáneamente apabullando nuestra mente. Serra, que antes que cineasta fue autor de cómics, no es tan sutil y así el conjunto se resiente. Muestra, eso sí, con realismo el anhelo por la caza humana como pocas veces hemos visto.
¿Conclusiones?. Tres. Que detrás de tanta brutalidad subyace la sensación de que la sombra del verdugo, según el ángulo y la perspectiva, puede hacer surgir la del benefactor tal es la complejidad de los tiempos. Que por desgracia, la libertad, según quién la obtenga, puede ser un premio o también el más cruel de los castigos. Y que Koldo Serra promete un futuro de cine excitante, del que supura adrenalina, mucho más después de este catálogo visual sobre la furia humana.
Si “Perros de paja” (1970) de Sam Peckinpah es un filme esencial para comprender los resortes implícitos que ante una situación límite desembocan en una conducta violenta, entonces “Bosque de sombras” (2007) de Koldo Serra es la revisión sentida de unos resortes y de unas situaciones que no por ya visionadas resultan menos espeluznantes. Y es que Serra mira al gran cineasta norteamericano desde la confección de los títulos de crédito. Y no es, para ser sinceros, un defecto dentro del conjunto de su puesta de largo en el largometraje.
La horripilante experiencia de dos matrimonios británicos que pasan unas vacaciones en una zona rural y apartada de Euskadi, el conflicto con los lugareños y la presencia de una niña que no es lo que parece, suponen un relato atractivo en forma de western rural para revisar las claves de un cine de género. Es un filme absolutamente aterrador sobre cómo la violencia aliena al individuo, cómo en un momento determinado la vida se reduce a la mera supervivencia en el que solamente hay cazadores y presas y nunca queda claro quién es quién. Serra reflexiona con acierto en el conflicto y la discrepancia profunda de un tema intemporal del western: la irrupción del forastero en una comunidad cerrada cuyos estrictos códigos y forma de vida pueden resultar incomprensibles fuera de la misma.
Habrá que convenir en que estamos ante un filme significativo, que a pesar de tener referencias tan claras, posee sus propias virtudes. Bien realizado, con un montaje de ritmo frenético, tenso y unos actores inspirados (sobre todo Gary Oldman). Es capaz de transmitir peligrosamente al espectador la angustia mediante un uso racional del tiempo cinematográfico. Es capaz de hacernos sentir, casi inconscientemente, que para seguir respirando hasta el próximo amanecer tengamos que actuar con una ira descarnada y visceral.
¿Defectos?, mirar demasiado a Peckinpah, desde la estética al intelecto y desde la inquietud al frenesí. Lo más apabullante (y quizás más complicado de imitar) es que lo más radical de “Perros de paja” no se veía. Aparecía espontáneamente apabullando nuestra mente. Serra, que antes que cineasta fue autor de cómics, no es tan sutil y así el conjunto se resiente. Muestra, eso sí, con realismo el anhelo por la caza humana como pocas veces hemos visto.
¿Conclusiones?. Tres. Que detrás de tanta brutalidad subyace la sensación de que la sombra del verdugo, según el ángulo y la perspectiva, puede hacer surgir la del benefactor tal es la complejidad de los tiempos. Que por desgracia, la libertad, según quién la obtenga, puede ser un premio o también el más cruel de los castigos. Y que Koldo Serra promete un futuro de cine excitante, del que supura adrenalina, mucho más después de este catálogo visual sobre la furia humana.
FICHA TÉCNICA:
Dirección: Koldo Serra.Países: España, Francia y Reino Unido.Año: 2006.Duración: 93 min.Género: Drama, thriller.Interpretación: Gary Oldman (Paul), Virginie Ledoyen (Lucy), Paddy Considine (Norman), Aitana Sánchez-Gijón (Isabel), Lluís Homar (Paco), Yaiza Esteve (Nerea), Andrés Gertrudix (Antonio), Jon Ariño (Lechón), Cándido Uranga (Miguel), Álex Angulo (José Andrés), Patxi Bisquert (José Luis).Guión: Jon Sagalá y Koldo Serra.Producción: Julio Fernández e Iker Monfort.Música: Fernando Velázquez.Fotografía: Unax Mendía.Montaje: Javier Ruiz Caldera.Dirección artística: Juanjo Gracia y Mario Suances.Vestuario: Josune Lasa.
3 comentarios:
"Perros de paja" es insuperable en su factura. Ésta habrá que verla.
Muy atractiva parece... habrá que darle la oportunidad que merece
Creo que merece la pena
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