-porque hay momentos para deleitarnos con Visconti y momentos para Peckinpah. Ahí reside su grandeza.
-porque las peliculas son como retazos de nuestra existencia...
-porque cada filme puede convertirse en una experiencia única.
-porque Mastroianni nos fascina, Lancaster nos asombra, Cotten nos cautiva, Dean nos abruma, y así hasta la última huella del fotograma.
-porque siempre nos quedará Truffaut.
-porque hay secundarios tan grandes como los protagonistas.
-porque detrás de la imágen subyace el pensamiento, el mensaje, y eso es inevitablemente el fin del arte.
-porque hay filmografías breves pero enormes, Jean Vigo y Terrence Mallick son el paradigma.
-porque solo por sus peliculas pudimos perdonar a Elia Kazan.
-porque no hay fronteras ni miradas indignas. Lo mismo da un sake con Ozu que chutarse heroína con Van Sant. En el fondo, nos salpica simplemente la CINEFILIA.....
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