Antonio Vega: Una sombra ya pronto serás.

Poeta de la Movida, apostol de las letras oscuras, profundas, melancólicas, de mensaje duradero y eterna existencia. Con un talento natural para la composición de mensajes que reflejan los conflictos cotidianos y la angustia de existir probablemente como nadie nunca, al menos en lengua española, ha hecho.

Autor con mayusculas, Antonio posee una discografía mítica en la que las canciones redondas abundan. Desde sus inicios con Nacha Pop ha regado a partes iguales de gloria y melancolía el panorama musical de un país poco acostumbrado al cancionero del dolor. Porque Antonio se agarra a la vida como las sombras al cuerpo. Sin embargo, vida y obra se entrecruzan y abrazan estrechamente, cual poeta maldito, confundiéndose irremediablemente en canciones como "Chica de ayer", "Sentado al borde de ti", "Desordenada habitación" o "Lucha de gigantes". A saber, la propuesta simple de un trovador oscuro que grita que no hay desafío mayor que el día a día.

En solitario Antonio ha agrandado aún más su sombra. Hasta el punto que no hay disco suyo que no merezca la pena y que no albergue en su interior secreto más grande y fascinante que el de la música bien hecha. La música hecha con amor y desamor. El alimento del alma dicen. Inmortales temas e inquietudes de siempre que Antonio no ha hecho suyos de manera progresiva mientras avanzaba en su trayectoria. No, simplemente la vitalidad, el vacío existencial, la rabia de vivir al límite emanan de su desgarbada figura igual que la savia brillante de un pino. Suerte de hemorragia musical que no ha hecho sino desangrar de ansias a sus seguidores, privilegiada comunidad, para que Antonio fuera más prolifico, más músico que espectro, más artista que icono de la oscuridad.

Asistimos por tanto, a un músico emblemático y fundamental. Canciones como "El sitio de mi recreo", "Se dejaba llevar por tí" o la citada anteriormente "Chica de Ayer" se han convertido gracias al paso imperturbable del tiempo en himnos generacionales de un sentir la existencia. Imposible entender la música contemporánea popular en castellano sin analizar y estudiar a fondo la obra de alguien que es más que un músico triste y solitario, más que un artista del existencialismo musical, mucho más. La sombra mítica e inalcanzable de los dilemas del hombre moderno. Nada más y nada menos.