31 enero 2008

Cómics: Batman, Arkham Asylum (1989) de Dave McKean y Grant Morrison


LOCOS POR SIEMPRE

Es muy duro ver cómo Batman, icono de masas de la cultura popular, se vuelve loco casi hasta la paranoia. Es realmente transgresor y radical situar al Señor de la Noche en una situación límite, extenuado, perdido, infringiéndose a sí mismo las heridas de Jesucristo.
Pues esto es "Arkham Asylum" (1989) de Dave McKean y Grant Morrison. La mayor desmitificación del héroe que ningún medio de expresión haya ejecutado jamás. Y no se queda solamente ahí. Es una obra cuyo profundo calado trasciende su propio medio de expresión para dialogar sin complejos, de tú a tú, cara a cara, con las otras artes más nobles. Con un díbujo más propio de lienzos tenebristas, cada línea supura violencia y surrealismo a raudales, indagando en los rincones de las pesadillas, el tránsito tangible por el infierno que supone el manicomio más famoso del mundo.
De líneas narrativas y argumentales complejas, trufada de referencias culturales variadas (aunque muy explícita la influencia de "Alicia a través del espejo" de Lewis Carrol), la visión de cada uno de los personajes, muy conocidos por otro lado, es tremendamente excesiva. Cada una de las paredes de la mansión que Amadeus Arkham concibió como sanatorio mental es un tour de force, un dantesco periplo por los traumas que asolan las existencias humanas, un viaje hacia el corazón de las tinieblas (como Joseph Conrad).
En conclusión, "Arkham Asylum" es una obra oríginal e incomparable como ninguna otra que se haya realizado sobre Batman. Casi diriamos que la creación de una obra tan visceral puede producir hasta incomodidad. Sin embargo, nadie prometió que la genialidad estuviera teñida de optimismo y dulzura.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

increible, sisisisi, mágnifico, una virguería

Anónimo dijo...

oh my God!!!!!