17 marzo 2008

Crítica de Cine (LXVIII): El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007)




TRISTE MITOMANÍA

A Jesse James lo mató quién más le amaba. Lo asesinó el mitómano Robert Ford. Si buscamos la palabra mitomanía en cualquier diccionario podemos encontrarnos con una definición parecida a ésta: “tendencia a mitificar o a admirar exageradamente personas o cosas”. Dicha tendencia puede llegar a no diferenciar el amor del odio. Esta verdad retumba como un trueno y confirma la influencia perniciosa de ciertos mitos construidos por las sociedades para poder completarse a sí mismas. Y básicamente, de estas relaciones entre mito y sociedad, entre leyenda y realidad, versa esta espléndida película de largo título: “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” (2007) de Andrew Dominik.
Dominik parte de un complejísimo guión en el que revisa la figura de uno de los más legendarios “fuera de la ley” que la Historia haya conocido. Esta disección es tan amplia y ambiciosa que trasciende la figura del forajido para introducirnos en las motivaciones de su asesino y en la de una sociedad que le amaba tanto como le odiaba, seguramente, porque Jesse James representaba todo lo abominable de aquel emergente país y a la vez, el idealismo y la libertad individual para alcanzar la eternidad que añoraron muchos de sus compatriotas.
Con una excelente puesta en escena, partiendo de una impecable estética visual cercana a lo onírico (se vislumbran las influencias de un cineasta como Terrence Malick), Andrew Dominik estructura un filme rodado de manera impecable. Filme que toma prestado elementos propios del western, como la inclusión de los paisajes y los fenómenos meteorológicos como elementos narrativos de primer orden, y una minuciosa exploración psicológica de los personajes. Cineastas anteriores tan reputados como Henry King, Fritz Lang, Samuel Fuller, Walter Hill y Nicholas Ray vieron en la figura de Jesse James la perfecta excusa para ahondar en sus inquietudes cinematográficas y humanísticas. Para ser sinceros, este moderno Jesse James magistralmente interpretado por Brad Pitt, está muy lejos de todos ellos. Tan solo el concebido por Nicholas Ray en la soberbia “La verdadera historia de Jesse James” (1957) tiene algún nexo común. Pero si Ray nos mostraba a un joven pistolero abrumado por las injusticias sociales y la experiencia de la Guerra de Secesión, Dominik presenta un forajido moderno, reliquia hecha hombre que se ha sacudido el polvo de aquellos horizontes de grandeza, tan excéntrico como una estrella de rock, tan histriónico como hierático, obsesionado con la conspiración y resacado melancólicamente por un destino glorioso que no eligió.
Al otro lado, su asesino Robert Ford, tan parecido a su ídolo como diferente, no anhela ser como él, sueña con ser “él”. La imposibilidad de ese sueño produce la traición. Bob Ford, interpretado por el debutante y ya inmortal Casey Affleck, es un mar de tempestades internos en el que por momentos aflora la frustración y la cobardía. El resultado a la traición es revivir su error, vivir de él. Es el trauma y la dolorosa indiferencia para quien buscó los aplausos deslumbrado por la sombra irresistible del héroe de su infancia.

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Andrew Dominik.País: USA.Año: 2007.Duración: 160 min.Género: Drama, western.Interpretación: Brad Pitt (Jesse James), Casey Affleck (Robert Ford), Sam Shepard (Frank James), Mary-Louise Parker (Zee James), Paul Schneider (Dick Liddil), Jeremy Renner (Wood Hite), Zooey Deschanel (Dorothy), Sam Rockwell (Charley Ford), Garret Dillahunt (Ed Miller).Guión: Andrew Dominik; basado en la novela de Ron Hansen.Producción: Brad Pitt, Dede Gardner, Ridley Scott, Jules Daly, Brad Grey y David Valdes.Música: Nick Cave y Warren Ellis.Fotografía: Roger Deakins.Montaje: Dylan Tichenor y Curtiss Clayton.Diseño de producción: Patricia Norris

4 comentarios:

Anónimo dijo...

terriblemente inspirada tanto como este post

Anónimo dijo...

demasiada filosofia

Anónimo dijo...

la pelicula no me gustó pero coincido con su tesis sobre la alienacion del individuo y como las sociedades encumbran y destruyen a sus idolos

Anónimo dijo...

si tú lo dices, la peli es floja de cojones. Muy pesada y lenta, se ponga como se ponga Silverman