
CINEFILIA DE UN GANGSTER
La imagen que Michael Mann ofrece sobre el legendario gangster de la Gran Depresión John Dillinger en “Enemigos públicos” (2009) es, a todas luces, un filme que va camino de convertirse (si no lo es ya) en uno de los grandes clásicos del cine reciente. Parece mucho decir pero su visionado se antoja un deleite para los sentidos.
Las razones son varias. Se podría pensar a simple vista que Mann realiza una nueva revisión al uso sobre la figura de un glorioso “fuera de la ley”. Uno de tantos bandidos que adorna (y no avergüenza) la curiosa Historia de los Estados Unidos. Pero no, las andanzas de Dillinger son la excusa perfecta para poner de relieve una serie de inquietudes cinematográficas y artísticas de largo alcance. Bien es verdad que dichas inquietudes son contradictorias pero no por ello dejan de ser interesantes.
Por un lado, pese a que “Enemigos públicos” es un filme de gángsteres huye de la puesta en escena de todas las películas que la han precedido, de su estética, de su ritmo. Mann profundiza sobre las posibilidades de la imagen digital, su textura y su porosidad. Pareciera que estuviéramos ajenos a la realidad de los años 30 si no fuera por ciertas localizaciones. Filme oscurísimo en las noches y de una delicadeza y calidez inusitada en la iluminación de interiores. El conjunto es una película diferente cuyas imágenes rompen con las convenciones del género. A tener en cuenta el trabajo de fotografía de Dante Spinotti.
En el fondo lo que a Mann le importa son los retazos de una biografía intima, la filosofía de una existencia descarriada consecuencia del hundimiento del sistema capitalista, y que no solo alumbró la llegada de bandidos como Dillinger sino de otros como Alvin Karpis, “Prettyboy” Floyd o “Babyface” Nelson (presentes todos en el filme). Sin olvidar el desarrollo y la evolución de todos los engranajes y tramas de lo que se ha dado en llamar Crimen Organizado (a su vez nacidos como consecuencia de legislaciones radicales y ultraconservadoras como la “Ley seca”) y de la creación de nuevos instrumentos para combatirles por parte del estado (como el FBI).
Ahora bien, Michael Mann no hace ni un filme histórico ni un retrato nostálgico sobre un criminal glorioso. No, el filme de Mann evoca la figura del pistolero para reflexionar sobre la actualidad. Por momentos sucumbe ante el mito. Y es que cuando Dillinger (brutalmente interpretado por Johnny Depp) deambula por las oficinas del FBI viendo lo que su figura ha originado o cuando en una sala de cine viendo el filme de W.S. Dyke "El enemigo público nº 1" (1934) se descubre a sí mismo, asistimos a un cine con mayúsculas en el que el cine contemporáneo dialoga con el cine clásico. El hombre frente a la pantalla, cine y vida confundiendo al mito, el arte educando al pistolero de leyenda y alumbrando la fascinación de una sociedad por el crimen y el castigo.
La imagen que Michael Mann ofrece sobre el legendario gangster de la Gran Depresión John Dillinger en “Enemigos públicos” (2009) es, a todas luces, un filme que va camino de convertirse (si no lo es ya) en uno de los grandes clásicos del cine reciente. Parece mucho decir pero su visionado se antoja un deleite para los sentidos.
Las razones son varias. Se podría pensar a simple vista que Mann realiza una nueva revisión al uso sobre la figura de un glorioso “fuera de la ley”. Uno de tantos bandidos que adorna (y no avergüenza) la curiosa Historia de los Estados Unidos. Pero no, las andanzas de Dillinger son la excusa perfecta para poner de relieve una serie de inquietudes cinematográficas y artísticas de largo alcance. Bien es verdad que dichas inquietudes son contradictorias pero no por ello dejan de ser interesantes.
Por un lado, pese a que “Enemigos públicos” es un filme de gángsteres huye de la puesta en escena de todas las películas que la han precedido, de su estética, de su ritmo. Mann profundiza sobre las posibilidades de la imagen digital, su textura y su porosidad. Pareciera que estuviéramos ajenos a la realidad de los años 30 si no fuera por ciertas localizaciones. Filme oscurísimo en las noches y de una delicadeza y calidez inusitada en la iluminación de interiores. El conjunto es una película diferente cuyas imágenes rompen con las convenciones del género. A tener en cuenta el trabajo de fotografía de Dante Spinotti.
En el fondo lo que a Mann le importa son los retazos de una biografía intima, la filosofía de una existencia descarriada consecuencia del hundimiento del sistema capitalista, y que no solo alumbró la llegada de bandidos como Dillinger sino de otros como Alvin Karpis, “Prettyboy” Floyd o “Babyface” Nelson (presentes todos en el filme). Sin olvidar el desarrollo y la evolución de todos los engranajes y tramas de lo que se ha dado en llamar Crimen Organizado (a su vez nacidos como consecuencia de legislaciones radicales y ultraconservadoras como la “Ley seca”) y de la creación de nuevos instrumentos para combatirles por parte del estado (como el FBI).
Ahora bien, Michael Mann no hace ni un filme histórico ni un retrato nostálgico sobre un criminal glorioso. No, el filme de Mann evoca la figura del pistolero para reflexionar sobre la actualidad. Por momentos sucumbe ante el mito. Y es que cuando Dillinger (brutalmente interpretado por Johnny Depp) deambula por las oficinas del FBI viendo lo que su figura ha originado o cuando en una sala de cine viendo el filme de W.S. Dyke "El enemigo público nº 1" (1934) se descubre a sí mismo, asistimos a un cine con mayúsculas en el que el cine contemporáneo dialoga con el cine clásico. El hombre frente a la pantalla, cine y vida confundiendo al mito, el arte educando al pistolero de leyenda y alumbrando la fascinación de una sociedad por el crimen y el castigo.
FICHA TÉCNICA:
Dirección: Michael Mann.País: USA.Año: 2009.Duración: 140 min.Género: Biopic, thriller, drama, acción.Interpretación: Johnny Depp (John Dillinger), Christian Bale (Melvin Purvis), Marion Cotillard (Billie), Billy Crudup (J. Edgar Hoover), Stephen Dorff (Homer Van Meter), Stephen Lang (Charles), Giovanni Ribisi (Alvin Karpis), Rory Cochrane (Carter), David Wenham (Pete), Stephen Graham (Nelson), John Ortiz (Phil), Channing Tatum (Floyd), Jason Clarke (John Hamilton).Guión: Ronan Bennett, Michael Mann y Ann Biderman; basado en la novela de Bryan Burrough.Producción: Kevin Misher y Michael Mann.Música: Elliot Goldenthal.Fotografía: Dante Spinotti.Montaje: Jeffrey Ford y Paul Rubell.Diseño de producción: Nathan Crowley.Vestuario: Colleen Atwood.
6 comentarios:
esto hay que verlo ya. UNa crítica realmente buena.
sembrado y lúcido como siempre. esas escenas de las que habla son sencillamente magistrales. Me emocionaron. Gracias Silverman
I love this review. I love silverman forever
totalmente de acuerdo
no me gustó y creo que le falta bastante para alcanzar el nivel de los grandes clásicos del género
Me pareció muy buena así como la interpretación de DEEP, gran actor. Sin embargo, le pongo un pequeño pero. Al estar rodada digitalmente algunas de las escenas de acción, especialmente las de la fuga de la cárcel del principio de la película, llegan a marear un poco. Por lo demás todo bien. Pasé un buen rato en el cine
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