09 noviembre 2006

Cinema Revival (IX): Grupo salvaje (1969)



ÉTICA CREPUSCULAR

¿Cómo afrontar una película legendaria? ¿Qué le pueden aportar palabras de hoy a un filme de más de 30 años?. La revisión siempre placentera de “Grupo salvaje” (1969) de Sam Peckinpah ofrece, como obra maestra que es, nuevas y variadas lecturas. Y por supuesto también, el placer intacto de un filme irrepetible y la intemporalidad de unas imágenes que siguen sorprendiendo y haciendo escuela.
No sería lógico hablar de la renovación del western, del crepúsculo como paradigma, como muchos historiadores han denominado al filme. Esos westerns revisionistas y críticos de finales de los 60 y 70, algunos situados en los albores del siglo XX. En un mundo, cuya evolución tecnológica, económica y política ha desterrado la figura del viejo pistolero (véase al western coetáneo “Dos hombre y un destino” (1969) de George Roy Hill). A su vez éstos, no tienen más remedio que pasarse a otros países donde su figura aún tenga sentido. Tampoco sería justo centrarse en el tratamiento de la violencia. Ciertamente, Peckinpah ha pasado a la inmortalidad por una percepción propia, de autor puro, de la imagen violenta. Una violencia cruda, transgresora, que supone no solo una opción narrativa sino estética (con uso de primeros y primerísimos planos, cámara lenta), y que está siempre justificada por los acontecimientos.
Si es justo, en cambio, hacer hincapié en un guión maravilloso, que modula perfectamente la tensión y el dramatismo. Peckinpah es un virtuoso creando climas asfixiantes seguidos de instantes de distensión y humor que el espectador agradece. Por otro lado, “Grupo Salvaje”, es una excelente narración en la que el tiempo cinematográfico es manejado con extrema sensibilidad, por momentos se acelera hasta el vértigo, y en otros la lentitud es absoluta creando incomodidad y nerviosismo.
Resulta necesario comentar cómo los personajes de este filme, tanto los protagonistas principales como los actores secundarios supuran autenticidad. Ni que decir sobre William Holden, su personaje de Pike Bishop es irrepetible. Lo mismo para Ernest Borgnine, cuya ambigüedad sexual ha despertado el interés de estudiosos contemporáneos. Y así con todos ellos, destilando una suerte de decadencia exquisita. Habría que decir que desde la perspectiva del tiempo, los rostros de este "Grupo salvaje" contrastan con las modas actuales, más cercanas a buscar actores aniñados (véase los últimos filmes de Brian de Palma y Martin Scorsese).
Pero “Grupo salvaje” es aún mucho más. Es una película que muestra a Peckinpah, no solo como autor, sino como hombre de principios. Los personajes, últimos románticos de un mundo crepuscular que se hace añicos a su alrededor, son portadores, pese a actuar al margen del sistema, de un código ético y de camaradería inquebrantable. Eso los convierte en marginados honestos presos de un sistema injusto que no les deja su espacio en el mundo. Valga decir, que será esta ética crepuscular y romántica la que conducirá el destino del grupo hasta el final.
Finalmente, habría que reseñar dos constantes del cine de Peckinpah. Ambas, creo, podrían ser catalogadas como opciones morales dentro del marco artístico de su cine. Por un lado, la preocupación indigenista del director, por prestigiar el modo de vida de los indios y nativos de los territorios. De tenderle la mano al marginado y darle voz a los subalternos. No en vano, el propio Sam Peckinpah era descendiente de indios norteamericanos. Y en segundo lugar, la intención siempre de mostrar cómo los niños reaccionan ante la violencia y cómo ésta les condiciona. La percepción, siempre clara, de que las cosas duras que vemos y vivimos, tendrán consecuencias. Porque nada es en vano. Y que pese a esa crueldad, debajo del hombre, del pistolero irreverente que se afana en redimirse, subyace el niño que un día fue.
FICHA TÉCNICA:
TITULO ORIGINAL
The Wild Bunch
AÑO
1969
DURACIÓN
145 min.
DIRECTOR
Sam Peckinpah
GUIÓN
Walon Green & Sam Peckinpah
MÚSICA
Jerry Fielding
FOTOGRAFÍA
Lucien Ballard
REPARTO
William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan, Edmond O'Brien, Warren Oates, Jaime Sanchez, Ben Johnson, Alfonso Arau, L.Q. Jones
PRODUCTORA
Warner Bros. Pictures

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo, de lo mejor de lo mejor

Anónimo dijo...

this is cinema!!!!!

Anónimo dijo...

El western más violento de todos los tiempos. Deja a Tarantino y compañía a la altura del betún

Anónimo dijo...

Lo mejor es Ernest Borgnine, será por mi debilidad de su papel de "Marty". No veo tanto enigna con su sexualidad en esta película. Porque él no entrara al "puticlub" como los demás no tiene porqué ser gay. La película está bien pero creo que aún esperaba más violencia cuando la vi. Ya se sabe, hablan tanto de ella, sobre su violencia...........
Y eso que el western no es uno de mis géneros favoritos.

Running is Life dijo...

Es indudable la ambiguedad que existe entre los personajes, cada uno que piense lo que quiera...