01 julio 2008

Cinema Revival (LXXVI): Arrebato (1979)


UTOPÍAS Y ADICCIONES

“No es que a mí me guste el cine, es al cine quien le gusto yo”. Con esta fascinante sentencia en la voz de su protagonista, ya inmortal, ya en los anales de la Historia del Cine mundial, podría resumirse la esencia de esta magistral “Arrebato” (1979) de Iván Zulueta.
“Arrebato” es como su propio título delata: arrebatadora. Es un chute (nunca mejor dicho) de cine radical desde todos sus niveles de análisis. Es una locura de ficción fantástica y curiosa, bastante peculiar. Una suerte de ilusiones hilvanadas que demuestran, más que ningún otro testimonio, el carácter de las imágenes de un tiempo determinado (el fin de la dictadura, el principio de nuevos tiempos de apertura democrática) y que convirtió (tal vez para su desgracia pues no ha vuelto a rodar prácticamente nada desde entonces) a su director Iván Zulueta en uno de los apóstoles del cine de arte y ensayo. En un cineasta, que en definitiva, recoge la tradición de las vanguardias cinematográficas y del agotamiento del Pop-Art y los medios de comunicación de masas para realizar un reciclaje inverosímil y maravilloso de toda esta resaca artística.
Hay en “Arrebato” un planteamiento transgresor, una posibilidad incierta aunque no descabellada: el cine devora al cinéfilo, el cine vampiriza al hombre, lo absorbe y lo va matando poco a poco con la fuerza de sus imágenes. El cine es como la droga: buscando el paraíso pocemos toparnos con el infierno. La paranoia y la espiral del celuloide maldito que nos martiriza con el ritmo adecuado, la pausa perfecta, la perspectiva total, el punto de fuga que nos pierde en un clímax desmesurado de placer en el que se diluye la conciencia. El cine sería, por tanto, el sustituto físico-psíquico-metafísico de todas nuestras frustraciones y limitaciones.
Zulueta exhibió la medida perfecta de las cosas. No en vano el presupuesto del filme es un alarde de la escasez de recursos y su adecuada optimización. El metraje justo, la narración más fluida a través de un estrambótico flash-back en el que tres individuos (solamente tres) deambulan por la vida sin más rumbo ni sentido que el que dicta el hechizo de las imágenes cinematográficas. Eusebio Poncela (delirante), Cecilia Roth (soberbia) y Will More (alienado) conforman la totalidad de esta Santísima Trinidad de drogas, sexo, cine, exceso y más cine.
Estéticamente insuperable, obra de carácter único y ya de culto eterno. "Arrebato" es la utopía del cinéfilo: morir medio drogado-devorado por la cámara (literalmente). Es la demostración palpable encarnada en imágenes de cómo el arte puede ensombrecer la vida, cómo el cine (que es el arte total) rompe con todo buscando la causa-efecto, siendo clave en el pensamiento, pero también en la evasión y el escape. Y a pesar de todo lo que se pueda decir, subyace en toda su radicalidad y atrevimiento, un amargo pesimismo que se encuentra con los resquicios más inalcanzables de nuestro ser. Aquella zona en la que impera el vacío y es mejor perderse ante la pantalla por temor al vertigo: la vida da más miedo.

FICHA TÉCNICA:

Título Original: Arrebato Director: Iván Zulueta Año: 1979 País: España Duración: 110 Genero: Drama Música: Grupo Negativo Fotografía: Angell Luis Fernández Productor: Nicolás Astiarraga Guión: Iván Zulueta Reparto:Eusebio Poncela ( José Sirgado) Will More ( Pedro) Cecilia Roth ( Ana) Marta Fernández Muro ( Marta) Carmen Giralt ( Tía Carmen) Helena Fernán-Gómez ( Gloria) Antonio Gasset ( Montador) Luis Ciges ( Portero)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

espeluznante,probablemente másligada al´fantástico que a cualquier otra cosa.UNa delicia. Igual que esta crítica tan afortunada.

Anónimo dijo...

un paquetazo de aupa, una fumada que no te la puedes ni creer. Si esto es una obra maestra dónde iremos a parar

Anónimo dijo...

COMPLETAMENTE DEACUERDO CON EL ANÓNIMO ANTERIOR Y EN DESACUERDO CON KOICHI, COMO SIEMPRE.