ASESINO SIMPÁTICO
Vivimos un boom televisivo sin precedentes en lo que a las series de televisión se refiere. Hay muchas y de calidad (algunas ya han sido comentadas en este blog). De lo último destacable en la parrilla televisiva tenemos “Dexter” (2006-?). Hoy por hoy toda una sensación por muchas razones, pero sobre todo porque nos remite a modelos de identificación inéditos. ¿Qué quiere decir esto? Pues que lejos de idealizaciones o exaltaciones de lo “deseable”, “Dexter” plantea un tema que, no siendo nuevo, si es siempre realmente controvertido. Esto es, la seducción del espectador por parte de un personaje que, desde la distancia y la objetividad, no es más que un asesino. Ciertamente un asesino de asesinos y delincuentes que, mediante el dominio del arte de la tortura y la muerte, se erige en el azote implacable de aquellos que infringen las leyes y socavan la convivencia en el seno de la comunidad. Decíamos que el tema no era nuevo.
El culto a la violencia en el arte y en la vida real sobre todo en el ámbito norteamericano ha hecho correr caudalosos ríos de tinta. Desde Billy el Niño hasta Bonny y Clyde pasando por serial killers tan “célebres” como Ted Bundy o Charles Manson. Cada figura con sus motivaciones y perfectamente insertado en su contexto representa la conformación de una galería tenebrosa. Una galería la cual, simboliza las complejidades humanas, capaces de sorprender incluso a los más incrédulos y de horrorizar a los más puritanos. Esta consideración hace de "Dexter" una obra indispensable, recomendable y políticamente incorrecta. O sea, una delicia para ser degustada con deleite.
Basada en la novela de Jeff Lindsay , “Dexter” opta por la narración en primera persona. Esto transmite unas inquietudes más directas. Es un guión más vivo que se apoya en la voz en off de su protagonista(impresionante Michael C. Hall). El propio Dexter Morgan, forense policial de profesión, va conociéndose a sí mismo poco a poco. Al igual que el espectador le va descubriendo al mismo tiempo. Somos participes de una infancia atormentada en un entorno claramente desestructurado hasta llegar a la familia adoptiva. Sin embargo, esos primeros años han de marcar las tendencias homicidas del personaje y el moldeamiento (o formación) que su padre adoptivo (un veterano policía) va enfocando hacia esa “justicia de la calle” en la que los que no son inocentes deben ser castigados.
Estéticamente es deudora de ese hiperrealismo más propio de las series HBO (véanse “Los Soprano”, “The Wire”, “A dos metros bajo tierra”, etc.). Hay un gusto por mostrar los detalles más íntimos y escabrosos. La sangre, las vísceras, los órganos, los fluidos, los esqueletos. Y de entre todo el mejunje, la sangre se erige en la metáfora más veraz y contundente sobre la existencia humana. La diferencia entre vivir y morir desde el vivo color escarlata.
Es en conclusión una obra de arte que merece mucho la pena. Y reitero, el solo hecho de desear la supervivencia y la felicidad de un asesino la convierte en todo un espectáculo que dará que hablar en el futuro. Y es que la nómina de canallas siendo larga no tiene gente tan "adorable" como Dexter. Quién sabe, con ficciones como éstas y realidades como las que vivimos, las resacas que vendrán no habrán de asombrarnos en absoluto.
Basada en la novela de Jeff Lindsay , “Dexter” opta por la narración en primera persona. Esto transmite unas inquietudes más directas. Es un guión más vivo que se apoya en la voz en off de su protagonista(impresionante Michael C. Hall). El propio Dexter Morgan, forense policial de profesión, va conociéndose a sí mismo poco a poco. Al igual que el espectador le va descubriendo al mismo tiempo. Somos participes de una infancia atormentada en un entorno claramente desestructurado hasta llegar a la familia adoptiva. Sin embargo, esos primeros años han de marcar las tendencias homicidas del personaje y el moldeamiento (o formación) que su padre adoptivo (un veterano policía) va enfocando hacia esa “justicia de la calle” en la que los que no son inocentes deben ser castigados.
Estéticamente es deudora de ese hiperrealismo más propio de las series HBO (véanse “Los Soprano”, “The Wire”, “A dos metros bajo tierra”, etc.). Hay un gusto por mostrar los detalles más íntimos y escabrosos. La sangre, las vísceras, los órganos, los fluidos, los esqueletos. Y de entre todo el mejunje, la sangre se erige en la metáfora más veraz y contundente sobre la existencia humana. La diferencia entre vivir y morir desde el vivo color escarlata.
Es en conclusión una obra de arte que merece mucho la pena. Y reitero, el solo hecho de desear la supervivencia y la felicidad de un asesino la convierte en todo un espectáculo que dará que hablar en el futuro. Y es que la nómina de canallas siendo larga no tiene gente tan "adorable" como Dexter. Quién sabe, con ficciones como éstas y realidades como las que vivimos, las resacas que vendrán no habrán de asombrarnos en absoluto.
5 comentarios:
Yo misma no podría definir mejor ni a la serie ni a su protagonista (también fantástico en su personaje como David en "A dos metros bajo tierra"), fantástica serie también. Gracias HBO (Los Soprano, A dos metros bajo tierra, Sexo en Nueva York,Roma, Epitafios,The Wire, Deadwood,Hermanos de Sangre,etc,etc,etc...) por hacer series tan buenas y gracias Sr. Silverman por las críticas y comentarios que hace de ellas. Lástima que "Sexo en Nueva York" no le guste,bueno, al fin y al cabo, todo lo de la HBO no puede gustar en esta vida...
Estoy de acuerdo, muy buena. Y que siga que ya va por la 3º temporada
INaceptable y lamentable
Quer�a corregir mi error de ayer. Dexter pertenece a la productora y cadena Showtime y no a la HBO. Ayer escrib� mi cometario tan emocionada que me confund�. De todas formas me reafirmo en lo que escrib�. Sigo recomendabdo Dexter y las series de la HBO. Ah! el inaceptable y el lamentable es Koichi.
muy bien por tus rectificaciones
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