15 mayo 2009

Ángel caido: Antonio en el recuerdo



Resultaría muy largo y trabajoso explicar a conciencia por qué el fallecimiento de Antonio Vega supone un punto de ruptura. Un vacío inabarcable e imposible de llenar. Una ausencia insoportable e insufrible que nos rompe el corazón. Sobran las palabras. Queda la música.
Se ha ido uno de los mejores. Musicalmente no se puede explicar la evolución de la música popular española de la segunda mitad del siglo XX sin nombrar un puñado de sus canciones. Hablamos de un legado profundo y sustancioso. De una figura indiscutible de nuestra música. Tan influyente o más que otros como (afecciones, apetencias, filias y fobias aparte) Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute o el también fallecido Enrique Urquijo. Aunque se va a necesitar más de un estudio riguroso sobre su obra, el tiempo dictaminará que el calado de Antonio es solamente comparable al de artistas musicales como Dylan, Springsteen o Jacques Brel por citar solo a unos pocos de los elegidos por los dioses para morar, ahora o en el futuro, en el Parnaso.
Desde que comenzara su carrera allá por el año 1980 con el grupo Nacha Pop, Antonio Vega enseguida destacó por sus densas e inquietantes composiciones. Era claramente una música juvenil hija de su tiempo que contenía el nervio intacto de la inmortalidad. Canciones emblemáticas de la ya célebre “Movida Madrileña”. Himnos de toda una generación que hablaban sin tapujos y poéticamente de una nueva vida en las ciudades, del amor fugaz en las largas noches de insomnio, de la existencia gastándose deprisa y mirando al vacío, además de las adicciones y las derrotas cotidianas. “La chica de ayer”, “Alta tensión”, “Lucha de gigantes”, “Una décima de segundo” o “Desordenada habitación” son ejemplos de los dilemas que Antonio planteaba con el timbre peculiar de su voz.
Luego vendrían más canciones y más discos. Todos buenísismos. Su sombra se fue agrandando al mismo ritmo que lo hacía su generosidad y su modestia. Antonio evolucionaba de forma modélica como artista. A veces más complejo o más eléctrico pero siempre lírico, lisérgico, mágico, siempre único. Temazos como “El sitio de mi recreo” o “Se dejaba llevar por ti” fueron suyas aunque nunca le pertenecieron plenamente porque rápidamente integraron la memoria colectiva de una sociedad ávida de aquellos acordes adictivos, de la mirada huidiza, de los silencios profundos, de esa deliciosa tristeza con la que Antonio impregnaba su música.
Es por eso que aún no acertamos a creer que Antonio ya no esté. Tal era el halo de invulnerabilidad que lo rodeaba. Y poco o nada pueden hacer las palabras escritas para que retorne. Queda el tópico de siempre: sus canciones, su recuerdo, su relevancia. Sin embargo él no volverá. Los que tuvimos la suerte de soñar con su música y presenciar sus directos le lloramos literalmente. Ha anochecido en el alma de todos. Y esas noches insomnes serán más largas y al fin permanecerá la certeza del tiempo y su banda sonora. La honestidad de un hombre que hizó lo que quería hasta el final. El alma del artista. Los ecos roqueros profundos, las heridas del vivir y el vértigo de la nada cuando nos alcanza. Nada volverá a ser igual sin Antonio.

6 comentarios:

annie dijo...

te diría que le lloré como una niña y no me lo creerías pero conservo en mi corazón muchas de sus canciones. Sentido post

Anónimo dijo...

se va uno de los mejores. Le hasces justicia

Anónimo dijo...

impresionante

Beatriz de Bobadilla dijo...

Hoy casi otra vez vuelvo a derramar lágrimas al leer este post. He podido contenerme. No lo pude hacer el martes cuando me enteré por la radio a las 10:15 a.m. de la noticia de su fallecimeiento y nuevamente al día siguiente el Miércoles cuando recordánle estuve viendo algunos de sus videos y actuaciones en youtube. Me alegro que me lo diera a conocer en todo su esplendor la persona más especial de mi vida que tiene toda su discografía y que compartiéramos juntos el último concierto de Antonio en Gran Canaria, Vecindario, teatro Víctor Jara, el mes de Febrero del año pasado. Inolvidable. Mi preferida: "El sitio de mi recreo".

Diebelz dijo...

Chapeau por este "The End" que supera en creces a otros que he tenido que leer en prensa y otros medios de comunicación. Eso si, yo me acomodo en el tópico que haces mención. Es como cantaban Nacha Pop: Cosas que se acaban y para nada se apagan.

Salu2 !

Diego Ojeda dijo...

Una vez más, has conseguido dejarme sin palabras, voy a pelear con el insomnio, y este nudo en la garganta..
eres muy grande silverman