Hace algunas noches el cantautor Diego Ojeda voló, como las gaviotas, buscando mejores horizontes. El despegue, por calificarlo así, de su segundo disco titulado “Escaparate” (2009) ha sido uno de los acontecimientos culturales del año (musicalmente resulta imposible compararlo a nada de lo que se viene haciendo en Canarias). La experiencia vivida en su concierto de presentación en el Gabinete Literario, al que acudió bien arropado por una impresionante banda de músicos entre los que destacaban el productor musical Alexis Canciano (alma mater de este proyecto a los teclados) o el saxofonista Neftalí Robaina, fue un pistoletazo de salida que no dejó indiferente a los algo más de trescientos privilegiados sedientos de las nuevas composiciones de Ojeda. Desde la perspectiva actual, lo ocurrido en el Gabinete Literario es un punto de ruptura, a new beginning.
Auguro para este “Escaparate” un largo aliento, destinado solamente para aquellas obras de profundo calado y sustancia atemporal. Es decir, un producto de qualité cuyas consecuencias aún son difíciles de determinar. Ya con su primera maqueta “Sin prisa”, Diego Ojeda había ofrecido un puñado de canciones frescas capaces de transmitir con sencillez historias cotidianas impregnadas de romanticismo urbano. Ahora, con “Escaparate” Diego muestra la evolución y la madurez propia de los verdaderos artistas. Letras con más profundidad, más ricas, reflejando vivencias propias (hay de fondo un largo viaje a Cuba que atraviesa transversalmente todo el disco) y ajenas. Este trabajo es además, un entramado musical variado que abarca varios registros y demuestra que la canción de autor puede transitar sin complejos por los géneros más fecundos y gloriosos de la música popular. “Escaparate” es una suerte de collage alternativo en el que temas más modernos con pinceladas pop-rock se funden con el jazz, las chacareras o el bolero. Todo un viaje musical en el que este grancanario ejerce de fenomenal anfitrión.
“Escaparate” es, sin discusión, un proyecto musical terriblemente bueno. Ahora bien, la hora de la verdad ha llegado y cabe preguntarse cómo el talento de Diego Ojeda y su “Escaparate” romperán las barreras de la insularidad buscando el reconocimiento a gran escala que sobradamente merecen. No en vano hablamos de un artista que a sus veintitrés años sabe de dónde procede y hacia dónde va. Un tipo maduro, pese a su insultante juventud, que con la sonrisa por bandera y las hadas inquietas de su guitarra posee un insoportable deseo de comunicarse a través de una música honesta y sensible. Con estos credenciales nada puede salir mal. Diego ha volado hacia el mañana de un futuro esplendido como cantautor de referencia en nuestro país, y aunque tamaña afirmación pueda encerrar algunas dosis de apasionamiento, nunca sonó más verdadera.
“Escaparate” es, sin discusión, un proyecto musical terriblemente bueno. Ahora bien, la hora de la verdad ha llegado y cabe preguntarse cómo el talento de Diego Ojeda y su “Escaparate” romperán las barreras de la insularidad buscando el reconocimiento a gran escala que sobradamente merecen. No en vano hablamos de un artista que a sus veintitrés años sabe de dónde procede y hacia dónde va. Un tipo maduro, pese a su insultante juventud, que con la sonrisa por bandera y las hadas inquietas de su guitarra posee un insoportable deseo de comunicarse a través de una música honesta y sensible. Con estos credenciales nada puede salir mal. Diego ha volado hacia el mañana de un futuro esplendido como cantautor de referencia en nuestro país, y aunque tamaña afirmación pueda encerrar algunas dosis de apasionamiento, nunca sonó más verdadera.
6 comentarios:
allí estuvimos y disfrutamos. Totalmente de acuerdo con usted.
habrá que escuchar a este prodigio si Silverman lo dice
No tuve la suerte de poder estar en la presentación de ESCAPARATE, pero por la satisfacción de los que sí estuvieron y disfrutaron del momento, y por tus palabras, puedo aventurar (y deseo) que nos queda mucho, mucho bueno por ver, oir y descubrir.
Creo que con Diego estamos siendo testigos del nacimiento de algo importante.
¡Felicidades a Diego, y felicidades a Silverman por el post!
emocionante, la verdad. El disco es absolutamente cojonudo y el tipo en cuestión es un artista como la copa de un pino a parte de un profesor superstar. Mención aparte merece este post ¡sublime!
Diego estará orgulloso de leer una crítica tan buena como esta. ¡Felicidades Diego y Silverman!
dos cracks
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