
Desde un rincón apartado del mundo. De un mundo diferente pero maravilloso. El tiempo lento, el calor pegajoso, la brisa del mar, la gente que camina, la Mezquita Azul, los gatos por los cementerios, mercaderes por doquier, té de manzana, Santa Sofía de Constantinopla, los ecos del mohacín en la madrugada, las viejas mansiones del Bósforo, el yogur agrio, las cisternas de Justiniano, los niños de la escuela coránica, Dolmabace, el barrio universitario de Laleli, los relojes recordando a Ataturk, los libros de Orhan Pamuk, las mil y una noches, historias de sultanes y demonios, Europa y Asia, Asia y Europa, Topkapi y su harén, la torre Gálata, el Cuerno de oro, el pantocrator en San salvador de Chora, las noches en Taksim, los paseos por Nisantasi, Turquía en esencia, turcos y turcas, kurdos y armenios, árabes, cristianos y musulmanes, apasionante, indefinible con palabras adecuadas, solamente verbalizada en forma de divagaciones y fantasías, inexplicable si no se ha vivido, la Estambul que fue, decadencia de grandes imperios, aroma de glorias pasadas, la Estambul que nunca fue (o tal vez sí), la que viví, la que soñé.
5 comentarios:
se ve que lo pasó bien jejejeje
sencillamente tiene usted una pluma, ¿de verdad estuvo allí?
precioso
Espero que haya sido una experiencia maravillosa. Ya me contarás...
Leyendo esas palabras me haces volver literalmente a esa ciudad. Yo que también tuve la suerte de visitarla la recuerdo siempre por los olores del Bazar de las Especias. ¡Qué maravilla!
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