Cinema Revival (CXVIII): Porco Rosso (1992)

¿VOLVERÁN AQUELLOS HÉROES?

Seré directo y contundente porque la ocasión y el escrito sobre la pelicula que me ocupa merecen la pena. Comenzaré con un tópico necesario y a continuación me dejaré llevar irremediablemente por este torrente de palabras que (en este instante) lucha por salir de mí. Creo que es justo lo que un filme de animación mítico como "Porco Rosso" (1992) de Hayao Miyazaki necesita para su justa reivindicación.

Ahí va el tópico. Es increible cómo el ingenio y la sensibilidad de uno de los más grandes cineastas de la contemporaneidad pueden llegar a crear imágenes del calado poético de este filme. Aún más, sorprende que imagenes de animación puedan despertar en el espectador la tierna capacidad de soñar y recuperar la afección por las historias simples de aventuras. Miyazaki nos remite a cada una de nuestras infancias, a aquel rincón perdido aunque feliz dónde aún habrá de perdurar el gozo por los relatos legendarios. "Porco Rosso" es una Obra Maestra indiscutible. Esa es la verdad. Lo demás es accesorio aunque tan verdadero como los encantos de este filme irrepetible.

¿Cómo se justifica esta verdad? Sin temor a equivocarme diré que la clave de este filme no reside solamente en las inquietudes de un cineasta que, con el tiempo y una filmografía excepcional, se ha revelado como continente de una animación con sello autoral tanto en lo estético como en sus temáticas y valores. Y no vamos a mencionar otros filmes de su autor también memorables. Si Miyazaki hubiera realizado solamente "Porco Rosso" tendría el mismo sitio que le corresponde en la Historia Universal del Cine. Es decir, en el Parnaso de los Dioses (del celuloide).

Es espléndida (reiteramos) porque recoge la herencia de los Hermanos Grimm y la sitúa en el periodo de entreguerras con una inusitada intensidad poética. Y no solo eso, eleva a los altares el rol del héroe y su misión en el mundo. Recupera valores olvidados como la generosidad, la solidaridad, la voluntad y la amistad. Y ninguno suena hueco.

Descompone a Porco Rosso, al hombre que un día fue, a Marco el legendario piloto de la I Guerra Mundial convertido en cerdo por causa de algún hechizo que Miyazaki no nos explica (ni falta que le hace). Y despojado de toda su apariencia humana lo reforma y convierte en icono, en loco romántico y rebelde en lucha obsesiva, en una cruzada frente a los males del mundo, ideólogo de un anarquismo de sí mismo, invencible en su avioneta roja, nostálgico de una época única. El largo sendero aún no había abandonado lugares infames como el Somme o Verdún para encaminarse hacia Treblinka o Auchwitz. ¿Por qué no soñar que un cerdo sobrevuela el Mediterráneo si el mundo se hunde en sus propios delirios?

Y al final, aunque Porco volviera a ser Marco, alienado de su utopía maravillosa, incapaz de amar a la mujer que le esperará siempre (como Penélope a Ulises), renovará sus votos y se lanzará raudo a nuevos peligros. ¿Volveremos a ver a aquellos héroes´insaciables y ávidos de riesgo descansando en la eternidad?

FICHA TÉCNICA:

TÍTULO ORIGINAL Kurenai no buta (Porco Rosso) AÑO 1992 DURACIÓN 94 min. PAÍS
Japón DIRECTOR Hayao Miyazaki GUIÓN Hayao Miyazaki MÚSICA Jô Hisaishi FOTOGRAFÍA Animation REPARTO Animation PRODUCTORA Studio Ghibli / Japan Airlines / Nibariki / Nippon Television Network Corporation (NTV) / TNNG / Toho Company / Tokuma Shoten