A estas alturas de la vida y sufriendo estos tiempos tan dificiles que nos han tocado, la noticia sobre toda la documentacion filtrada a Wikileaks no debería sorprendernos. Me refiero al contenido. De alguna manera siempre habíamos tenido el presentimiento de cómo actúa el poder para lograr sus objetivos. El fin justifica los medios. Eso no lo inventó Julian Assange sino Maquiavelo.
Es de esperar que de todas estas informaciones se deriven explicaciones claras y que éstas tengan consecuencias. Al menos, en lo que al caso español se refiere. Los ciudadanos no nos merecemos el silencio y la indiferencia de un poder político que al callar confirma la verdad de lo que se ha publicado. ¿Un motivo más para el hundimiento que se nos viene encima?.
Ahora bien, la información de Wikileaks nos convence de algo tremendo. Es imposible ya creer en alguna institución, no importa lo respetable que aparente ser. Ninguna institución está limpia de culpa si realmente desea que sus intereses prevalezcan. No hay organismo por sencillo que sea, capaz de redimirse por sí mismo. Todo está irremediablemente podrido. Acaso quedan los individuos que con sus actos si puedan reconciliarse con la humanidad. Nada más.
Los contenidos de Wikileaks son un soplo de aire fresco en el panorama informativo actual. Es simple: buscar la verdad. Lo demás es accesorio. Los medios informativos pueden ir aprendiendo de hacia dónde se dirige el futuro de la profesión y tal vez, abandonar el servilismo y la complicidad con el poder del que hacen gala. Wikileaks nos devuelve el aroma del periodismo de información atravesado por el tamiz revolucionario de acosar el poder y exigirle la máxima ética y rigurosidad que para eso representan a los ciudadanos. En ese sentido Assange es todavía un personaje díficil de encajar en la realidad. Más allá incluso de la veracidad o no de los cargos que la justicia sueca tiene en su contra y que en nada minusvalora su labor como editor e informador. ¿Un personaje de novela negra que quizás hubiera soñado Stieg Larsson? ¿Una replica radical de Lisbeth Salander medio hacker-medio periodista quizás? En cualquier caso, un terremoto necesario para despertarnos del largo letargo de indiferencia.
2 comentarios:
Pues si, estoy con usted y mas cosas que espero que se sepan pronto... A ver si mas de uno estalla ya!!!!!
Totalmente de acuerdo con su opinión. Este "Cablegate" simplemente vuelve a confirmar algo que ya sabíamos y ojalá sirva para ese ansiado despertar que esperas...
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