Un nuevo año comienza. Una puerta se cierra y otra se abre. Y para los que seguimos respirando y de pie solmente esperar que la salud nos respete y las ilusiones que aún permanecen puedan hacerse realidad. Más allá de eso es inutil esperar nada. Solo vivir. Esa es la libertad y el castigo. El inevitable salto mortal, la absurda herida... Eso sí, no perdáis la buena costumbre de pasaros por aquí. Yo siempre que pueda, esté donde esté, tendré algo que decir. Seguramente un disparate, un delirio repentino, un pensamiento fugaz, una película reencontrada. Con frecuencia una escritura rauda e irreflexiva, a veces mala escritura, mal estructurada o incluso pensada. Aunque supongo que en el fondo son todo pecados perdonados.
Os deseo lo mejor para este año y para los próximos y quiero referirme sin nombres (ellos ya saben) a todos aquellos de los que me he distanciado. Que sepan que tengo vivo su recuerdo hoy más que nunca y que el silencio es una medicina necesaria. Por supuesto, también me siento agradecido por los que tienen la desgracia de cruzarse en mi camino. A todos, feliz año y os aseguro que nada es en vano.
2 comentarios:
Eres como eres y sí te queremos. Eres especial Cabrón!!!!
si he de sentirme aludido solamente le digo que le comprendo y le quiero todaví más. Y que el camino emprendido es el más díficil pero que seguro que terminará bien..
Publicar un comentario