DE QUÉ TRATA: La vida de un joven de clase humilde en el entorno universitario de finales de los años 50. Sus amores, filias y fobias familiares. Y de fondo, resonando traumática, la confrontación bélica de la Guerra de Corea.
QUIÉN ESCRIBE: No descubro nada al decir que Philip Roth (Newark, 1933) es uno de los escritores más grandes en lengua inglesa vivos. Con eso queda todo dicho.
PARA... los que gustan de los relatos de juventud bien contados con una prosa rápida e ingeniosa llena de giros y sorpresas.
LA CITA: "Como no creyente, suponía que la otra vida carecía de reloj, de cuerpo, de cerebro, de alma, de dios... de cualquier cosa con forma, contorno o sustancia, descomposición absoluta. Desconocía que no solo no carecía de la capacidad de recordar, sino que recordar lo sería todo" (p.33).
¿POR QUÉ?: Porque a través de esta narración, Roth disecciona con maestría la esquizofrenia entre la modernidad y la tradición. El lado oscuro de un "Sueño Americano" hecho añicos. Porque habla de la libertad individual sin tapujos y del alto precio de la misma. Y porque al final, Roth nos muestra lo que sabíamos con una crudeza desbordante: todo acto tiene sus consecuencias. No hay invictos entre los seres humanos.
CONCLUSIÓN: Es el desasosiego de la vida misma. Victorias y derrotas construidas con palabras.
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