13 junio 2011

Aparición

Recuerda,
soy humano
limitado
hasta la saciedad.
Imaginaré
que al sostener
tu mano
descubrí la eterna
felicidad.

Así era,
así es
no me engaño
si no es vida
ni quimera
todo el daño
entonces,
¿qué es?
Si vivo
Y sufro
Por su herida
destruido
destruida.

Y al fondo
de rojo
tres atardeceres
allí
dónde te dije
las cosas
los vicios
y los placeres,
y se ven
más hermosas
las cosas
(las nuestras)
a través de
tus ojos.

2 comentarios:

Diebelz dijo...

Me gustó este poema más benedittiano, traslúcido, honesto, puro fulgor de emoción que transmite...¡Grande!

Running is Life dijo...

Bueno, ante todo es un halago tremendo viniendo de alguien a quién respeto y admiro entre otras muchas cosas por su forma de escribir.
Y en cuanto a Benedetti, pues sí, hay siempre un deseo lúdico-festivo de jugar con las palabras.