26 agosto 2011

Crítica de Cine (CXLVIII): Super 8 (2011)




PARA MI GENERACIÓN

Una parte de mi generación creció con un cine irrepetible. Una parte de mi generación alguna vez soñó con revivir las situaciones que mostraron ciertas películas de los años 80. Hablo de filmes como “Cuenta conmigo” (1986) de Rob Reiner, “Los Goonies” (1985) de Richard Donner o incluso de “ET el extraterrestre” (1982) de Steven Spielberg. No eran Obras Maestras, más bien supusieron títulos que indagaban en el género de aventuras juveniles, con protagonistas adolescentes viviendo algún momento inolvidable en sus vidas por obra y gracia de algún pirata, alienígena o adulto. Permitían la grandeza de vivir lo asombroso a golpe de fantasía, de poder ser otra persona por un rato. La vida ideal en unos tiempos que, quizás en la realidad, no fueron tan extraordinarios aunque la nostalgia diga lo contrario.
Es por eso que el visionado de “Super 8” (2011) de J.J. Abrams recupera para todos los públicos, pero sobre todo, a los que crecimos durante la década de los 80, aquel cine tan entrañable. Y la verdad que es de agradecer. Aunque el hecho que dirija el prodigioso creador de la serie “Perdidos” no nos descubre nada que el gran Spielberg no hubiera hecho ya en filmes como el mencionado anteriormente o el de "Encuentros en la Tercera Fase" (1977). Y claro, la mano del “Rey Midas” de Hollywood se nota algo más que en la faceta de producción. Aunque Abrams parta de unas premisas argumentales sencillas con las que desarrollar un argumento sólido que va in crescendo con la narración (los hechos paranormales, las motivaciones, la acción), el sello de Spielberg se palpa en la psicología de cada personaje (por cierto, un elenco actoral juvenil absolutamente soberbio), sus conflictos, sus traumas. Si algo tiene “Super 8” no es que sus personajes crean todavía en la posibilidad del Cine (con mayúsculas) como fábrica de sueños, lean tebeos, hagan maquetas y se enamoren de la chica más guapa del instituto. No es esa su grandeza aunque influya en su temperatura nostálgica. Decididamente, estamos ante un homenaje a la emoción sincera por las imágenes en movimiento, al cine de género, a la amistad y a la capacidad de lo extraordinario para cambiar nuestras vidas.
En el fondo, “Super 8” no es una gran película de Ciencia-Ficción sino una gigantesca declaración de amor a lo fantástico y en su capacidad de redención. ¿No es éste un filme sobre el duelo y la ausencia de unos y el anhelo de volver a casa de otros? Y claro, siempre a través de la aventura trepidante, de ser aquello que en realidad no eres pero que te hace sentirte más vivo que nunca. La excusa perfecta para ser feliz en los tiempos en que abastracciones casi alienígenas (¿los "Mercados"?) nos martirizan a diario. ¿Es éste el mundo que soñó mi generación?

FICHA TÉCNICA:
Película: Super 8. Dirección y guion: J.J. Abrams. País: USA. Año: 2011. Duración: 114 min. Género: Ciencia-ficción. Interpretación: Joel Courtney (Joe Lamb), Kyle Chandler (Jack), Amanda Michalka (Jen), Elle Fanning (Alice), Gabriel Basso (Martin), Ron Eldard (Louis), Noah Emmerich (Nelec), Riley Griffiths (Charles), Zach Mills (Preston), Ryan Lee (Cary). Producción: J.J. Abrams, Steven Spielberg y Bryan Burk. Música: Michael Giacchino. Fotografía: Larry Fong. Montaje: Maryann Brandon y Mary Jo Markey. Diseño de producción: Martin Whist. Vestuario: Ha Nguyen.

4 comentarios:

Diebelz dijo...

Una lúcida mirada y no cabe duda que tendré que ver la película. Por cierto, ¿son cosas mías o estoy reviviendo una vuelta a la década de los ochenta? Super 8, Conan (reeditado), los rubik's, las zapatillas all-star...Es curioso y ahí lo dejo.

¡Salu2!

Running is Life dijo...

Celebro que te haya gustado. Ojalá la disfrutes como yo lo he hecho.
Un abrazo

Diebelz dijo...

Ayer vi por fin "Super 8" en el cine y sinceramente, suscribo su entrada. Sinceramente, no es un "peliculón", aunque sí un tierno tributo a un cine y a una ilusión perdida o que deambula sin brújula por estos oscuros tiempos. La verdad que, aunque las pelis de los 80' casi las vi en diferido, al sentarme ayer en el cine salí creyendo que estaba en el Galaxys o en el Royal.

¡Otro abrazo!

Anónimo dijo...

¡Qué bonito es volver a sentirse niño! (Peregrino)