19 septiembre 2006

Crítica de Cine (VI): Paradise Lost: The Child Murders at Robin Hood Hills (1996)

¿Lo hicieron o no?, eso es lo que importa


Diez años después de la realización de este impresionante testimonio documental sobre los procesos judiciales en la América Profunda, es que sus protagonistas siguen pudriéndose en prisión sin haberse probado si realmente son o no culpables.
Se trata de una pelicula absolutamente fascinante que pone de relieve la importancia del género documental como fuente importante para registrar acontecimientos históricos en toda su extensión. Y habría que decir que en este caso con una radicalidad brutal.
Los directores: Joe Berlinger y Bruce Sinofsky establecen una narración tensa en el que muestran el proceso judicial seguido contra tres muchachos en el estado de Arkansas por la supuesta violación, asesinato y mutilación (las imágenes de archivo son escalofriantes) de tres niños pequeños en un bosque cercano de la localidad de West Menphis (Arkansas). El filme se divide en dos partes. La primera es el juicio contra Jesse Misskelly, de 17 años, cuyo coeficiente intelectual apenas roza la normalidad y que es presuntamente, el único testigo ocular de los hechos (después de más de diez horas de interrogatorios más que confusos). El documental refleja cómo durante el proceso, Misskelly no es capaz de responder a muchas de las preguntas. Sin embargo, es condenado a 40 años de prisión.
Y la segunda parte abarca el proceso contra Damien Echols, de 18 años, y Jason Baldwin, de 16. Todas las pistas significativas del caso parecen haber sido borradas deliberadamente. A pesar de todo, son condenados a Cadena Perpetua y a Muerte respectivamente. Pero lo que el documental refleja con crudeza, no solo a través de las imágenes de los juicios sino de las entrevistas a los convictos, familiares y miembros de la comunidad es su preocupación por cuestiones religiosas y los rituales satánicos.
La comunidad entiende que ámbos chicos, fans de grupos heavy, lectores de libros sobre el diablo, etc.. forman parte de un entramado de religiones satánicas y cultos de sangre ya olvidados para una buena parte del mundo civilizado. La recuperación de procesos como los de las brujas de Salem cobra peso en un país, cuya gran parte de su territorio aún posee unas creencias fundamentalistas y radicales en una sociedad que, no decimos nada nuevo, es casi teocrática e ignorante.
En conclusión, es un filme absolutamente indispensable. En nuestro país pasó desapercibido pero su éxito en los EEUU ha sido arrollador hasta el punto que se han creado plataformas ciudadanas para apoyar legalmente a los ya conocidos como "los 3 de West Menphis". Años después los directores filmaron una secuela: "Revelations" en el que nuevas pistas involucraban a personas de la comunidad sin que nada se haya hecho al respecto.
Muy recomendable para los que pensamos que estamos en el siglo XXI.

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