24 febrero 2011

Crítica de Cine (CXXXIX): Valor de ley (2010)


NO ES PAÍS PARA NIÑOS

Que el western como género cinematográfico encierra todos los mitos y credos fundacionales que desembocaron en la actual configuración de los EEUU es algo ampliamente conocido. Que todavía, tiempo después de filmes como “Sin perdón” (1992) de Clint Eastwood, que parecía poner un broche de oro a toda la era del western crepuscular de fines de los años 60 y los 70, haya quien se atreva con revisiones y cuestionamientos sobre aquella época irrepetible, es más sorprendente. “Valor de ley” (2010) de Joel y Ethan Coen es la enésima relectura sobre un género que, ahora sí, parece ser inagotable.
Como en aquella joyita titulada “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” (2007) de Andrew Dominik, los Cohen homenajean toda una época y al mismo tiempo desmitifican con ese sentido del humor tan característico todas las convenciones clásicas. Aunque esta “Valor de ley” aparenta ser un remake de un filme de Henry Hathaway del año 1969 la referencia queda ahí. Este filme bebe más de la novela original de Charles Portis (por cierto, una lectura deliciosa). Le da más protagonismo a la niña, de hecho, es la narradora omnisciente con su voz en off de un relato con tintes de cuento de hadas recubierto de un barnizado bíblico. No en vano, resuenan estruendosamente los ecos atávicos de las Sagradas Escrituras en todas y cada una de sus escenas. Y a partir de todo ese trasfondo cultural y religioso articula toda la trama en torno a unos personajes algo estereotipados, desde el alguacil al Ranger pasando por los pistoleros. A pesar de todo, muy adecuados para el cinismo y el acercamiento a la parodia que sus autores ponen en escena en parte del filme.
Si “Valor de ley” fascina no es porque sea un western digno de sus orígenes, sino porque es capaz de diseccionar conscientemente todos los elementos, muchos de ellos cargados de mítica y lirismo. Seguramente porque aún prevalecen en un país que sigue fascinando y atemorizando por igual con su encanto cruel. “Valor de ley” habla de algo tan importante como la venganza y la muerte y su impacto en los jóvenes (como ya hicieron Eastwood, Peckinpah, Charles Laughton, Robert Mulligan). Habla de la determinación y la fuerza de voluntad en los horizontes de grandeza infinitos de una nación que todavía no era una nación. Del honor y la ética entre seres humanos y de la violencia contra el enemigo. Una violencia brutal y despiadada que deja claro que éste no es un país para niños. Nunca lo fue ni lo será.
Y en esta búsqueda por los paisajes yermos y los puntos de fuga de la pradera compartir los riesgos extremos que implica la leyenda. Leyenda que habrá de sacudir el imaginario individual y colectivo, que habrá de erigirse en un definitivo canto de cisne para una época irrepetible. En un relato, en un cuento, para el deleite y el miedo de otros niños, quizás en un mundo nuevo, más moderno, aunque también más vacío. Probablemente, los Coen no hayan hecho solamente un western, sino un filme sobre lo esencial: la aventura de vivir, la memoria y la dignidad.

FICHA TÉCNICA:

Película: Valor de ley (True grit). Título original: True grit. Dirección: Joel Coen y Ethan Coen. País: USA. Año: 2010. Duración: 108 min. Género: Drama, western. Interpretación: Jeff Bridges (Rooster Cogburn), Matt Damon (LaBoeuf), Josh Brolin (Tom Chaney), Barry Pepper (Lucky Ned), Hailee Steinfeld (Mattie Ross). Guion: Joel Coen y Ethan Coen; basado en la novela de Charles Portis. Producción: Scott Rudin, Ethan Coen y Joel Coen. Producción ejecutiva: Steven Spielberg, Robert Graf, David Ellison, Paul Schwake y Megan Ellison. Música: Carter Burwell. Fotografía: Roger Deakins. Montaje: Roderick Jaynes. Diseño de producción: Jess Gonchor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen post. Y la peli es buenísima...

Beatriz de Bobadilla dijo...

Es una pena que no premiaran esta estupenda peli con algún oscar. Me ha encantado la crítica. Felicidades